jueves, 11 de diciembre de 2008

KALACHAKRA




KALACHAKRA
El mandala, literalmente «círculo» en sánscrito, es una representación simbólica y arquetípica del universo según la antigua tradición cosmológica budista. Esta representación, constituida por un conjunto de figuras y formas geométricas concéntricas trazadas con arena de colores, representa las características más importantes del universo y de sus contenidos.

El Mandala de Kalachakra se puede traducir literalmente del sánscrito como «la rueda del tiempo». Este mandala, de gran belleza y complejidad, tiene un significado muy profundo.

En el mandala encontramos finamente representado con arena de colores el palacio de cinco niveles donde residen la divinidad Kalachakra y su consorte Vishvamata, símbolos de la compasión y de la sabiduría, respectivamente, acompañados por otras 722 divinidades delicadamente dibujadas. Según la antigua tradición budista, este mandala contiene tres únicos y simultáneos círculos, que muestran una completa visión cosmológica del universo, una descripción detallada de la naturaleza humana y, finalmente, un camino para alcanzar, mediante la reflexión, la sabiduría y la compasión necesarias, la paz universal.

Una de las características más importantes de la elaboración y ofrenda del mandala es su carácter transitorio y no permanente. En la filosofía budista es muy importante recordar la no permanencia: nada dura para siempre, es necesario dejar fluir lo que nos rodea... Los monjes meditan sobre el profundo significado de este pensamiento y, una vez finalizado el mandala, proceden a su disolución y lanzan la arena de colores que lo formaba al mar. Al océano insondable.

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