martes, 30 de julio de 2013


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martes, 4 de junio de 2013


"El Tíbet está terminal y solo un milagro puede evitar su desaparición moral. La mayoría de los lamas o altos lamas se han vendido al dinero de los chinos. Hace pocos días que el Oráculo de Nechu, un monje que asesora al Dalai Lama en temas delicados, ha pedido que no haya más inmolaciones en protesta contra los chinos y hay quien sospecha que también lo han comprado. Al próximo que van a comprar de seguir las cosas así es al mismo Dala Lama". Palabras ayer en el Club FARO de Iñaki Preciado, un monje español expulsado por China tras 10 años en un monasterio bompo de esas tierras. Iñaqui Preciado, doctor en Filosofía, habló ayer tras ser presentado por Miguel Martín, redactor jefe de Localia Vigo, sobre "La tragedia de las inmolaciones en el Tíbet (por la represión de China)". Estudioso de la lengua y cultura tibetana hace casi 30 años, monje allá el último decenio pero recorredor de aquella geografía hace mucho más, comenzó con una autocrítica: "Hace 9 años estuve aquí en una charla y dije que no había represión cultural y religiosa por parte de China, si acaso solo política, y debo retractarme. La política china ha cambiado mucho en los últimos años y es su influencia la que está haciendo desaparecer moralmente al pueblo tibetano, Si antes daban mucho palo y poca zanahoria, ahora, sobrados de dinero, dan zanahoria y los tibetanos caen como conejos. y no solo el pueblo llano sino lamas y altos lamas". Preciado, autor de "Adiós, Tíbet, adiós" en Miraguano Ediciones, afirma que "el prostituyente oro de Pekín" está comprando el Tíbet y son cada vez menos los monjes que resisten, de los cuales 108 ya se han inmolado en protesta contra China. "De ellos unos 100 son amdobas, de la provincia de Amdo. Los que lo han hecho en Lhasa, la capital, solo son dos y también eran amdobas, considerados genéricamente los más cultos. ¿Porqué de un lado todos y ninguno del otro? Donde más dinero ha soltado China es en Lhasa, es algo así como la Babilonia del Tíbet, que produce vómito al respetuoso con una tradición y una moral que ya solo se encuentra entre los nómadas y las zonas más atrasadas y menos contaminadas por la influencia china". Dice Preciado que es difícil saber la opinión de los tibetanos respecto a las inmolaciones porque hay miedo a hablar. "Las delaciones están bien pagadas, hay confidentes hasta en los monasterios , cuando un monje se inmola, no solo hacen firmar a sus familiares que no fue por razones políticas sino que incluso les pagan bien por ello. No hace falta ni presionarlos". insiste Preciado: "La agonía del pueblo tibetano no es una metáfora, lo han envenenado con el virus de la codicia, que es el que hoy está extendido en China. La China de hoy nada tiene que ver con la anterior, ni siquiera con la que yo conocí en directo durante la Revolución de Mao en los 70. en la que había solidaridad, apenas culto al dinero. Desde el partido se ha generado un culto a la riqueza y se ha pasado de una economía socialista a un capitalismo salvaje". Preciado duda que con la independencia, que solo defiende el Congreso de la Juventud Tibetana mientras que el Dalai Lama prefiere una "autonomía genuina", se pudiera solucionar el problema dado el nivel de "intoxicación" que consigue todo un aparato de comunicación al servicio de China. "Hay un elemento nuevo de sospecha -dijo- incluso entre los independentistas, y es que hace unos días se eligió como nuevo presidente de estos jóvenes a un tibetano residente en Estados Unidos". En opinión de Preciado, que el Dalai Lama aterrice en Pekín es algo capital para sus pretensiones en el Tíbet. "Si no ocurre solo tienen que esperar va que se muera porque no va a durar mucho más lo que representa. Pero si el Dalai Lama decide dar la mano al Gobierno chino será el certificado de defunción del Tíbet como tal, no digo de su pensamiento, que está sembrado por el mundo. Lo que está claro es los chinos preferirán antes exterminar a los tibetanos que perder el Tíbet, dadas sus inmensas riquezas y su posición geosestratégica en Asia".

martes, 14 de mayo de 2013

martes, 7 de mayo de 2013


PAPAJI Sri H.W.L Poonja, más tarde conocido como Papaji o Poonjaji, nació el 13 de Octubre de 1910 en una zona del Punjab que ahora forma parte de Pakistán. Su madre le inició en el sendero del Bhakti Yoga a través de la devoción a Krishna. Debido a varías experiencias espirituales, Papaji siente desde muy joven el deseo de "ver a Dios". Siendo ya padre de família, viaja por toda India en busca de un maestro que le ayude a cumplir este deseo. En 1944 su búsqueda toca a su fin frente a la silenciosa mirada de Sri Ramana Maharishi. Este gran sabio le desvela la comprensión de que "Dios no es el objeto, sino que Dios es el sujeto". Ramana le aconsejó dedicar su sadhana a la auto indagación y buscar sin miedo dentro de sí mismo al Dios que había estado buscando en vano en el exterior, señalando que las visiones de Dios no son experiencias continuas, sino que el Uno que presencia estas visiones está siempre presente. Ramana le dio instrucciones para volver a centrarse en su camino y localizar a este "veedor". Así, Ramana señaló a Papaji lo que se llama la vía directa, conocida en la India como Advaita (no-dualidad) Vedanta, incluso después de su encuentro con Ramana Maharshi en 1944, Papaji continuó su japa, la práctica devocional del mantra de repetir el nombre de Krishna, declarando que no estaba muy impresionado con el consejo que le habían dado, pero, después de otra visión, volvió con Ramana y, en una crisis devocional, anunció a Ramana Maharshi como su gurú, quedándose con él de forma intermitente durante tres años. En 1966, se retiró y se estableció en Lucknow, India, donde recibió visitantes hasta su muerte en 1997. Durante este período, se hizo eco de la recomendación de Ramana de la auto indagación, pero recomendando un método más simple, haciendo la pregunta, "¿Quién soy yo?" y esperando una respuesta como la principal herramienta de descubrimiento. Al igual que Ramana, enseñó que el silencio es el mejor maestro, siendo sin duda más importante que las palabras en señalar la Verdad. Dirigió a sus seguidores hacia la no-dualidad y al sendero que Ramana Maharshi le había aconsejado tomar. A partir de entonces Papaji se dedica con absoluta totalidad al reconocimiento de nuestro verdadero yo, la libertad. Durante los encuentos llamados Satsang (asociación con la verdad), Papaji ayuda a sus discípulos a reconocer su verdadera naturaleza, el Ser. Los discursos recibidos hasta1996, se publican bajo el nombre de The Truth Is, y posteriormente, a petición de Papaji se publica un libro más pequeño y conciso, This, que viene a ser una síntesis poética, una pequeña joya de la esencia de sus enseñanzas. De la Introducción del libro "Esto es"

jueves, 14 de febrero de 2013


Monasterios y aldeas cercados por miles de soldados. Refugiados que sufren la amputación de extremidades congeladas tras huir de la represión a través de montañas nevadas. Un centenar de monjes inmolados desde 2009 en un intento de llamar la atención de la comunidad internacional. "Vivimos una tragedia", asegura el primer ministro tibetano en el exilio, Lobsang Sangay, que días atrás suspendió los festejos del Año Nuevo lunar. "No tenemos nada que celebrar". Tíbet cumple el 100º aniversario de la proclamación de su independencia, el 13 de febrero de 1913, en medio de una encrucijada existencial. El Dalai Lama considera que la destrucción de su civilización milenaria podría ser irreversible ante el empuje de lo que describe como "genocidio cultural". La masiva migración de pobladores chinos, la represión y la imposición de la educación china están marginando a los tibetanos, sus tradiciones y creencias. En lugares como Lhasa, han pasado a ser minoría. Las decenas de suicidios en las prefecturas autónomas de Aba y Ganzhi se han convertido en el último y más radical movimiento de oposición contra el dominio chino. Pekín ha respondido poniendo los 1.800 monasterios tibetanos bajo la gestión de comisiones mixtas formadas por religiosos considerados menos beligerantes y funcionarios comunistas. Las autoridades han condenado en los últimos días a decenas de supuestos colaboradores o promotores de las inmolaciones. Nada de ello ha logrado frenar la revuelta de los bonzos. Las acciones de los monjes forman parte de un endurecimiento de la postura tibetana, cuya población empieza a cuestionar abiertamente la estrategia de resistencia pacífica y renuncia a la independencia impuesta por el Dalai Lama, favorable a aceptar una autonomía dentro de China. Los más jóvenes, organizados desde el exilio, lideran las conmemoraciones del 100º aniversario, convertidas en símbolo de aspiraciones nacionalistas más ambiciosas. "Los tibetanos izaron su bandera nacional en 1913", asegura Dorjee Tseten, director de Estudiantes por un Tíbet Libre. "Es hora de hacerlo de nuevo". El Dalai Lama. | Á. L. Soto El Dalai Lama. | Á. L. Soto La declaración de independencia fue decretada por el XIII Dalai Lama tras su regreso al Tíbet después de la caída de la dinastía manchú en China. "Somos una nación pequeña, religiosa e independiente", dijo entonces Thubten Gyatso, restituido en su puesto. El sueño no tardó en desvanecerse. La llegada del comunismo a China en 1949 fue seguida de una nueva subyugación del Tíbet que vino acompañada de la destrucción de miles de templos -a menudo utilizados como práctica de tiro-, el encarcelamiento de los opositores y el exilio del XIV Dalai Lama. Las autoridades chinas aseguran que su dominio de una región que consideran suya ha traído desarrollo económico, hospitales, infraestructuras y escuelas, mejorando la vida de la población y borrando el pasado feudal y teocrático que regía bajo los lamas. La propaganda china ha nombrado Lhasa, la capital tibetana, "la ciudad más feliz" del país cuatro de los últimos cinco años. "Su cielo es el más azul, sus nubes las más blancas, el agua la más limpia y su gente la más feliz", decía recientemente Che Dalha, secretario del Partido Comunista en la capital tibetana. "Las relaciones étnicas son armoniosas". El Gobierno chino no permite que periodistas, ONG u organismos internacionales comprueben por sí mismos la supuesta satisfacción de los tibetanos. Los accesos a las prefecturas autónomas de Aba y Ganzhi llevan meses bloqueados. ELMUNDO.es tiene vetada la entrada en el país desde que en marzo del año pasado se saltó esos controles para informar de la rebelión de los monjes. La comunidad internacional guarda silencio ante el cerco impuesto en Tíbet, hoy más que nunca víctima de los cambios geopolíticos que han convertido a China en una potencia económica y política. La prioridad estos días es el comercio con Pekín, no los derechos humanos de los cinco millones de tibetanos. Un número creciente de ellos ha llegado a la conclusión de que la única salida son acciones como la de Kalsang Kyab, el joven de 24 años que en noviembre se roció con queroseno antes de prenderse fuego ante la sede del gobierno local en Kyangtsa, en la prefectura de Aba. "Es mi deseo que el sol de la felicidad resplandezca sobre Tíbet", había dejado escrito. Los nuevos héroes de la causa Los bonzos, que incluyen menores de edad, son vistos por la población local como los nuevos héroes de la causa, homenajeados como mártires a pesar de la escasa efectividad de su protesta o que líderes religiosos la consideren contraria a las prácticas budistas. El Gobierno tibetano en el exilio dice que tampoco está a favor de las inmolaciones, pero sus condenas han sido hasta ahora tímidas y han ido acompañadas del justificante de que se tratan de actos desesperados de un pueblo reprimido. China endureció su política tras las revueltas que sufrió Tíbet en 2008, cuando una minoría rompió décadas de resistencia pacífica para atacar comercios y comunidades chinas en las calles de Lhasa. La respuesta de Pekín fue aumentar los controles, sentenciar a penas de muerte a los supuestos culpables y limitar el tiempo dedicado a las oraciones, extendiendo los programas de reeducación destinados a fomentar "el amor por la patria". Las fotografías del Dalai Lama, antes toleradas ocasionalmente, son ahora sistemáticamente confiscadas. Todo, desde los programas de radio al tono musical de los teléfonos móviles, permanece censurado. Y, sin embargo, los tibetanos comparten la sensación de que su mayor enemigo no son las detenciones o el cerco a sus monasterios, sino el tiempo. "Se está acabando para Tíbet", según el Dalai Lama.

viernes, 8 de febrero de 2013



El 11 de febrero de 2013 es el primer día del Losar, Nuevo Año Tibetano, 2140, serpiente femenina de agua. Mis mejores deseos para el nuevo año que comenzamos con la nueva luna. MUCHOS TASHI DELEKS!