lunes, 25 de abril de 2011

LA MÁQUINA REPRESORA NO SE DETIENE


La Policía china ha rodeado un monasterio budista en una zona tibetana del suroeste de China después de que la tensión a raíz de la inmolación de un monje el mes pasado degenerara en enfrentamientos, según han informado este jueves tibetanos exiliados y activistas, citando fuentes en la zona.

La disputa provocó que el líder del Gobierno tibetano en el exilio advirtiera de que los monjes en el monasterio de Kirti, foco del conflicto, podrían estar en peligro.

Cientos de tibetanos se congregaron en el condado de Aba, en la provincia de Sichuan, ante el monasterio de Kirti este martes para intentar evitar que las autoridades se llevaran a los monjes para someterles a 'reeducación', según indica la Campaña Internacional por el Tíbet en un comunicado. Eso provocó que la Policía rodeara el monasterio, bloqueando a unos 2.500 monjes, según la ONG.

Enfrentamientos con la policía

Un monje tibetano de 21 años que inmoló el pasado 16 de marzo en Aba, una zona mayoritariamente tibetana que ya se alzó contra el régimen chino hace tres años. Su acto recordó las protestas que se produjeron en zonas tibetanas de China en marzo de 2008, cuando monjes budistas y tibetanos leales al Dalai Lama, su líder espiritual, se enfrentaron a la Policía y el Ejército en toda la región.

El Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia ha precisado que la Policía se abrió paso a la fuerza entre la multitud el jueves, golpeando a algunos de los manifestantes y usando perros. En otro comunicado, una coalición de organizaciones pro tibetanas denuncia que policías armados patrullan en torno al monasterio, que ha sido rodeado parcialmente con muros de cemento.

Los dirigentes tibetanos en el exilio han hecho hoy un llamamiento a que otros gobiernos denuncien la represión. "Tenemos miedo de que pueda haber un tratamiento brutal hacia los monjes y podrían ser asesinados o torturados", ha subrayado el primer ministro tibetano en el exilio, Samdhong Rinpoche, en un comunicado desde Dharamsala (India).
Sin declaraciones oficiales

"Estamos muy preocupados y no podemos hacer otra cosa que rezar y pedir a la comunidad internacional que inste a China a contenerse de este genocidio. Nos sentimos muy indefensos", ha añadido.

Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino no ha querido responder a las preguntas que los periodistas le formularon hoy sobre este caso, limitándose a subrayar que las condiciones en las regiones tibetanas de China han mejorado mucho gracias a las políticas de Pekín.

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