La realización no es nada que haya que obtener como si fuera nuevo; está ya aquí. Todo lo que se necesita es deshacerse del pensamiento «yo no he realizado».
La quietud o paz es realización. No hay ningún momento en el que el sí mismo no sea. Mientras hay duda o el sentimiento de no-realización, debe hacerse el in-tento de deshacerse uno mismo de estos pensamientos. Ellos se deben a la identi-ficación del sí mismo con el no-sí mismo. Cuando el no-sí mismo desaparece, so-lo el sí mismo permanece. Para hacer sitio, es suficiente que la apretura sea elimi-nada; el sitio no es traído de ninguna parte.
No hay ningún obtener el sí mismo. Si el sí mismo tuviera que ser obtenido, eso significaría que el sí mismo no es aquí y ahora, sino que todavía tiene que ser ob-tenido. Lo que se obtiene como si fuera nuevo, también se perderá. Así pues, será impermanente. Lo que no es permanente no es digno de esforzarse por ello. Así pues, yo digo que el sí mismo no se obtiene. Usted es el sí mismo; ya es eso.
El hecho es que usted es ignorante de su estado feliz. La ignorancia sobreviene y extiende un velo sobre el sí mismo puro que es felicidad. Los esfuerzos son diri-gidos solo a eliminar este velo de ignorancia, que es meramente conocimiento erróneo. Es la falsa identificación del sí mismo con el cuerpo, la mente, etc. Esta falsa identificación debe desaparecer, y entonces solo permanece el sí mismo.
sábado, 30 de abril de 2011
viernes, 29 de abril de 2011
RAMANA MAHARISHI. TRIBUTO AL GRAN YOGUI
Lo que encontramos en la vida y las enseñanzas de Sri Ramana es la más pura esencia de la India; su aliento de una humanidad liberada del mundo, y que libera del mundo, es un canto de milenios...para el hindú está claro que el sí-mismo, en cuanto fuente espiritual, no es diferente de Dios; y en la medida de que el hombre permanece en su sí-mismo, no sólo está contenido en Dios, sino que es Dios mismo. Respecto de esto, Sri Ramana es clarísimo. La sabiduría y misticismo de Oriente tienen, por lo tanto, mucho que decirnos. Están ahí para recordarnos las cosas similares que tenemos en nuestra propia cultura y que hemos olvidado... Nada menos que el destino de nuestro hombre interior. La vida y las enseñanzas de Sri Ramana no sólo son importantes para el hindú, sino también para el occidental. No sólo configuran un documento de gran interés humano, sino también un mensaje de advertencia, dirigido a la humanidad que corre el riesgo de perderse en el caos de su inconsciencia y de su falta de control.
Carl Gustav Jung (psicólogo suizo).
El 29 de diciembre de 1879, en un pueblo del sur de la India llamado Tirushuzhi, nació un niño que recibió el nombre de Venkataraman. Era hijo de un abogado provincial llamado Sundaram Aiyar y de su esposa Alagammal. Con el tiempo, este niño nacido en el solsticio de invierno sería para los indios Sri Ramana Maharshi y para sus adeptos más fieles y devotos, Bhagavân, el Señor. Su infancia transcurrió dentro de la más perfecta normalidad. Los que lo conocían, por aquel tiempo sólo aciertan a destacar que tenía un sueño más profundo de lo normal. Ante la temprana muerte de su padre, Venkataraman y sus hermanos fueron a vivir con su tío Subbier a la cercana localidad de Madura. A los diecisiete años, en el verano de 1896, ocurrió un suceso que marcaría para siempre la vida de Venkataraman y que su protagonista cuenta del modo siguiente: "Fue algo súbito. Estaba sentado solo en una habitación del primer piso de la casa de mi tío. Rara vez estaba enfermo y ese día me sentía con perfecta salud. De pronto, me sobrecogió un violento miedo a la muerte. Nada en el estado de mi salud justificaba este hecho, ni traté de hallar una explicación de mi inesperado temor. Sólo sentí: Voy a morirme. Y pensé qué podía hacer en esa situación. No se me ocurrió consultar al médico ni a mis parientes o amigos. Sentí que debía resolver el problema yo mismo, allí mismo. El choque del miedo a la muerte me provocó una intensa interiorización y me dije: "Ha llegado mi hora. ¿Qué significa esto? ¿Qué es lo que va a morir? Este cuerpo se muere". En seguida, dramaticé el suceso de la muerte. Yacía con los miembros extendidos, como si ya estuvieran agarrotados por el "rigor mortis". Imité incluso la posición de un cadáver para dar más realismo a mi indagación. Contuve el aliento y mantuve los labios fuertemente apretados, sin pronunciar una sola palabra, ni siquiera la palabra "yo". Me dije: "Este cuerpo está muerto. Será llevado al campo crematorio y reducido a cenizas. Pero ¿acaso estoy yo muerto? Estoy silencioso e inerte pero siento la fuerza de mi personalidad y hasta la voz del "yo" dentro de mí, como algo distinto de mí mismo. Por tanto, soy un "atman" que trasciende al cuerpo. El cuerpo muere, pero el "atman" no puede ser tocado por la muerte. Eso significa que soy un "atman" inmortal". Todo esto no fue un mero pensamiento. Me atravesó como un rayo resplandeciente, con tan vívido fulgor como una verdad viviente que se percibe directamente, sin pensamientos. Toda la actividad consciente que se relacionaba con mi cuerpo estaba concentrada en aquel "yo" que era lo único real para mí. Aquel "yo" o "atman" centraba la atención sobre sí mismo con una poderosa fascinación. El temor a la muerte había desaparecido por completo. Desde aquel momento, la absorción en el "atman" prosiguió sin interrupción alguna durante toda mi existencia. Otros pensamientos aparecían y desaparecían como las notas de una melodía, pero aquel "yo" continuaba presente como la nota fundamental que subyace a todas las notas. Aunque el cuerpo se ocupara en charlar, leer o en cualquier otra cosa, la mente seguía siempre concentrada en el "yo". El 29 de agosto de 1896, incapaz de desarrollar la vida normal de la escuela, Venkataraman dejó una sencilla carta de despedida a su familia y partió en busca de Arunachala, un lugar del que había oído hablar, aunque no sabía exactamente dónde se encontraba. Después de un corto viaje en ferrocarril llegó a Tiruvannamalai, localidad donde se halla el famoso monte de Arunachala. Era su verdadera meta, su único objetivo. Aunque habitó en distintos enclaves, no abandonó Tiruvannamalai hasta su muerte, que se produjo el 14 de abril de 1950.
Carl Gustav Jung (psicólogo suizo).
El 29 de diciembre de 1879, en un pueblo del sur de la India llamado Tirushuzhi, nació un niño que recibió el nombre de Venkataraman. Era hijo de un abogado provincial llamado Sundaram Aiyar y de su esposa Alagammal. Con el tiempo, este niño nacido en el solsticio de invierno sería para los indios Sri Ramana Maharshi y para sus adeptos más fieles y devotos, Bhagavân, el Señor. Su infancia transcurrió dentro de la más perfecta normalidad. Los que lo conocían, por aquel tiempo sólo aciertan a destacar que tenía un sueño más profundo de lo normal. Ante la temprana muerte de su padre, Venkataraman y sus hermanos fueron a vivir con su tío Subbier a la cercana localidad de Madura. A los diecisiete años, en el verano de 1896, ocurrió un suceso que marcaría para siempre la vida de Venkataraman y que su protagonista cuenta del modo siguiente: "Fue algo súbito. Estaba sentado solo en una habitación del primer piso de la casa de mi tío. Rara vez estaba enfermo y ese día me sentía con perfecta salud. De pronto, me sobrecogió un violento miedo a la muerte. Nada en el estado de mi salud justificaba este hecho, ni traté de hallar una explicación de mi inesperado temor. Sólo sentí: Voy a morirme. Y pensé qué podía hacer en esa situación. No se me ocurrió consultar al médico ni a mis parientes o amigos. Sentí que debía resolver el problema yo mismo, allí mismo. El choque del miedo a la muerte me provocó una intensa interiorización y me dije: "Ha llegado mi hora. ¿Qué significa esto? ¿Qué es lo que va a morir? Este cuerpo se muere". En seguida, dramaticé el suceso de la muerte. Yacía con los miembros extendidos, como si ya estuvieran agarrotados por el "rigor mortis". Imité incluso la posición de un cadáver para dar más realismo a mi indagación. Contuve el aliento y mantuve los labios fuertemente apretados, sin pronunciar una sola palabra, ni siquiera la palabra "yo". Me dije: "Este cuerpo está muerto. Será llevado al campo crematorio y reducido a cenizas. Pero ¿acaso estoy yo muerto? Estoy silencioso e inerte pero siento la fuerza de mi personalidad y hasta la voz del "yo" dentro de mí, como algo distinto de mí mismo. Por tanto, soy un "atman" que trasciende al cuerpo. El cuerpo muere, pero el "atman" no puede ser tocado por la muerte. Eso significa que soy un "atman" inmortal". Todo esto no fue un mero pensamiento. Me atravesó como un rayo resplandeciente, con tan vívido fulgor como una verdad viviente que se percibe directamente, sin pensamientos. Toda la actividad consciente que se relacionaba con mi cuerpo estaba concentrada en aquel "yo" que era lo único real para mí. Aquel "yo" o "atman" centraba la atención sobre sí mismo con una poderosa fascinación. El temor a la muerte había desaparecido por completo. Desde aquel momento, la absorción en el "atman" prosiguió sin interrupción alguna durante toda mi existencia. Otros pensamientos aparecían y desaparecían como las notas de una melodía, pero aquel "yo" continuaba presente como la nota fundamental que subyace a todas las notas. Aunque el cuerpo se ocupara en charlar, leer o en cualquier otra cosa, la mente seguía siempre concentrada en el "yo". El 29 de agosto de 1896, incapaz de desarrollar la vida normal de la escuela, Venkataraman dejó una sencilla carta de despedida a su familia y partió en busca de Arunachala, un lugar del que había oído hablar, aunque no sabía exactamente dónde se encontraba. Después de un corto viaje en ferrocarril llegó a Tiruvannamalai, localidad donde se halla el famoso monte de Arunachala. Era su verdadera meta, su único objetivo. Aunque habitó en distintos enclaves, no abandonó Tiruvannamalai hasta su muerte, que se produjo el 14 de abril de 1950.
jueves, 28 de abril de 2011
Del hollín sobre la nieve
A escala global, los gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono son la causa de los mayores problemas relacionados con el cambio climático. Sin embargo, una nueva investigación muestra que en algunos lugares, como por ejemplo la Meseta del Tíbet, el hollín puede ejercer efectos climáticos más dañinos que los provocados por los propios gases de efecto invernadero.
La Meseta del Tíbet, apodada "El Techo de la Tierra", es aproximadamente cinco veces más grande que el estado de Texas y tiene una altura de hasta 8 kilómetros en ciertos lugares.
La Meseta del Tíbet ejerce una gran influencia sobre las condiciones meteorológicas de Asia, acarreando incluso los torrenciales aguaceros y los fuertes vientos que vienen con los monzones. También es el hogar de la mayor masa de hielo que se encuentra fuera de las zonas polares. Los glaciares y la nieve en esta meseta crecen y vuelven a menguar con las heladas y deshielos vinculados a las estaciones del año, de modo tal que el agua del deshielo estacional abastece de agua a la mayoría de los inmensos ríos de la región, incluyendo al Yangtsé en China y al Ganges en la India.
Un grupo de investigadores del Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste, en Estados Unidos, de la Universidad de Michigan y de la Administración Nacional estadounidense Oceánica y Atmosférica (NOAA), ha comprobado que el hollín que se deposita en las nieves de la extensa Meseta del Tíbet puede inducir más cambios en los patrones del deshielo y de la meteorología monzónica en Asia que todo el dióxido de carbono y el hollín que hay en el aire.
El equipo de Yun Qian ha constatado que el hollín en la nieve hace que la fusión anual de las masas de hielo se produzca más temprano cada año, lo que ocasiona que los agricultores que dependen de esa agua tengan menos cantidad de ella para sus cultivos en el verano. Debido al efecto dominó, la fusión contribuye a hacer que dos de los sistemas monzónicos de la región se fortalezcan sobre la India y China.
martes, 26 de abril de 2011
lunes, 25 de abril de 2011
LA MÁQUINA REPRESORA NO SE DETIENE
La Policía china ha rodeado un monasterio budista en una zona tibetana del suroeste de China después de que la tensión a raíz de la inmolación de un monje el mes pasado degenerara en enfrentamientos, según han informado este jueves tibetanos exiliados y activistas, citando fuentes en la zona.
La disputa provocó que el líder del Gobierno tibetano en el exilio advirtiera de que los monjes en el monasterio de Kirti, foco del conflicto, podrían estar en peligro.
Cientos de tibetanos se congregaron en el condado de Aba, en la provincia de Sichuan, ante el monasterio de Kirti este martes para intentar evitar que las autoridades se llevaran a los monjes para someterles a 'reeducación', según indica la Campaña Internacional por el Tíbet en un comunicado. Eso provocó que la Policía rodeara el monasterio, bloqueando a unos 2.500 monjes, según la ONG.
Enfrentamientos con la policía
Un monje tibetano de 21 años que inmoló el pasado 16 de marzo en Aba, una zona mayoritariamente tibetana que ya se alzó contra el régimen chino hace tres años. Su acto recordó las protestas que se produjeron en zonas tibetanas de China en marzo de 2008, cuando monjes budistas y tibetanos leales al Dalai Lama, su líder espiritual, se enfrentaron a la Policía y el Ejército en toda la región.
El Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia ha precisado que la Policía se abrió paso a la fuerza entre la multitud el jueves, golpeando a algunos de los manifestantes y usando perros. En otro comunicado, una coalición de organizaciones pro tibetanas denuncia que policías armados patrullan en torno al monasterio, que ha sido rodeado parcialmente con muros de cemento.
Los dirigentes tibetanos en el exilio han hecho hoy un llamamiento a que otros gobiernos denuncien la represión. "Tenemos miedo de que pueda haber un tratamiento brutal hacia los monjes y podrían ser asesinados o torturados", ha subrayado el primer ministro tibetano en el exilio, Samdhong Rinpoche, en un comunicado desde Dharamsala (India).
Sin declaraciones oficiales
"Estamos muy preocupados y no podemos hacer otra cosa que rezar y pedir a la comunidad internacional que inste a China a contenerse de este genocidio. Nos sentimos muy indefensos", ha añadido.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino no ha querido responder a las preguntas que los periodistas le formularon hoy sobre este caso, limitándose a subrayar que las condiciones en las regiones tibetanas de China han mejorado mucho gracias a las políticas de Pekín.
sábado, 23 de abril de 2011
UN YOGUI DE LOS HIMALAYAS
Yogiraj Satgurunath Siddanath
“La Humanidad es la Religión que nos Une
La Respiración, la Oración que nos Une
La Conciencia, la Divinidad que nos Une”
Yogiraj Siddhanath
Yogiraj Gurunath Siddhanath nació el 10 de mayo de 1944 en Gwalior, Madhya
Pradesh, India. Desde los 3 años de edad ha meditado y pasó sus primeros años
en los Himalayas entre los HamsaNath Yoguis, en cuya presencia fue
transformado.
El florecimiento de su divina transformación se dio después de sus profundas
experiencias en 1961 y 1967 con el yogi-cristo Mahavatar Shiv-Goraksha Babaji,
el mismo maestro espiritual descrito en Autobiografía de un Yogui escrita por Paramahamsa
Yogananda. Está casado con Gurumata Shivangani. Juntos edificaron el Siddhanath
Forest Asuran (lugar de Retiro Espiritual), en las afueras de la ciudad de
Pune, cerca de Bombay, India. Tienen dos hijos y dos nietos.
Yogiraj enseña técnicas de meditación yoguica para la evolución de la
conciencia humana. Estas técnicas imperecederas de yoga son las más antiguas y
sagradamente guardadas por los Yoguis de los Himalayas y los Maestros de tiempo
inmemorial. Dichas técnicas ayudan al practicante a gradualmente evolucionar hacia
su propia divinidad.
Este antiguo arte y ciencia ha sido la forma de vida de excepcionales yoguis y ascetas
de la India y del mundo que, en su propia búsqueda de la Verdad Interna, su
Esencia Divina, lo han sacrificado todo. Hoy en día, Yogiraj demuestra en su
vida y la forma en que la vive, que estas poderosas prácticas espirituales
pueden ser integradas a la vida cotidiana, la familia, estudios y trabajo.
Gracias a las bendiciones de Babaji, Yogiraj imparte éstas técnicas, a las
cuales les ha dado el nombre de "La Alquimia de la Total
Transformación", a los sinceros buscadores en todo el mundo, quienes
buscan integrar éstas prácticas en su vida diaria, sin verse en la necesidad de
renunciar a sus aspiraciones terrenales.
Las Técnicas son:
1.Mahavatar Babaji's Kriya Yoga (Kriya Yoga del Mahavatar Babaji. Exactamente
las mismas técnicas de Kundalini Kriya reveladas a Lahiri Mahasaya)
2.Siddhanath Surya Yoga -- Una dinámica osmosis de sanación solar. Auto
sanación Pránica con el poder del Sol.
3. Siddhanath Hamsa Yoga -- La Senda del Cisne Blanco.
“La Humanidad es la Religión que nos Une
La Respiración, la Oración que nos Une
La Conciencia, la Divinidad que nos Une”
Yogiraj Siddhanath
Yogiraj Gurunath Siddhanath nació el 10 de mayo de 1944 en Gwalior, Madhya
Pradesh, India. Desde los 3 años de edad ha meditado y pasó sus primeros años
en los Himalayas entre los HamsaNath Yoguis, en cuya presencia fue
transformado.
El florecimiento de su divina transformación se dio después de sus profundas
experiencias en 1961 y 1967 con el yogi-cristo Mahavatar Shiv-Goraksha Babaji,
el mismo maestro espiritual descrito en Autobiografía de un Yogui escrita por Paramahamsa
Yogananda. Está casado con Gurumata Shivangani. Juntos edificaron el Siddhanath
Forest Asuran (lugar de Retiro Espiritual), en las afueras de la ciudad de
Pune, cerca de Bombay, India. Tienen dos hijos y dos nietos.
Yogiraj enseña técnicas de meditación yoguica para la evolución de la
conciencia humana. Estas técnicas imperecederas de yoga son las más antiguas y
sagradamente guardadas por los Yoguis de los Himalayas y los Maestros de tiempo
inmemorial. Dichas técnicas ayudan al practicante a gradualmente evolucionar hacia
su propia divinidad.
Este antiguo arte y ciencia ha sido la forma de vida de excepcionales yoguis y ascetas
de la India y del mundo que, en su propia búsqueda de la Verdad Interna, su
Esencia Divina, lo han sacrificado todo. Hoy en día, Yogiraj demuestra en su
vida y la forma en que la vive, que estas poderosas prácticas espirituales
pueden ser integradas a la vida cotidiana, la familia, estudios y trabajo.
Gracias a las bendiciones de Babaji, Yogiraj imparte éstas técnicas, a las
cuales les ha dado el nombre de "La Alquimia de la Total
Transformación", a los sinceros buscadores en todo el mundo, quienes
buscan integrar éstas prácticas en su vida diaria, sin verse en la necesidad de
renunciar a sus aspiraciones terrenales.
Las Técnicas son:
1.Mahavatar Babaji's Kriya Yoga (Kriya Yoga del Mahavatar Babaji. Exactamente
las mismas técnicas de Kundalini Kriya reveladas a Lahiri Mahasaya)
2.Siddhanath Surya Yoga -- Una dinámica osmosis de sanación solar. Auto
sanación Pránica con el poder del Sol.
3. Siddhanath Hamsa Yoga -- La Senda del Cisne Blanco.
viernes, 22 de abril de 2011
El gran siddha Naropa nació dentro de una familia real en Bengala, India. Su anhelo de desarrollo espiritual era tan fuerte que a la edad de ocho años, viajó a Cachemira a estudiar con el maestro Arya Akasha y recibió la ordenación laica.
Cuando Naropa regresó de su búsqueda espiritual e intelectual, sus padres lo forzaron a casarse con una princesa Brahmin. Sin embargo, el matrimonio duró únicamente ocho años. Naropa reveló su meta espiritual a su esposa y ella decidió no ser un obstáculo en su camino.
Naropa tomó los votos de monje novicio en el Monasterio Del Jardín Feliz y posteriormente se ordenó completamente en Cachemira. Posteriormente, permaneció en el monasterio de Pullahari para continuar con su aprendizaje y su práctica y recibió otras enseñanzas y entrenamiento en la cercana Universidad de Nalanda.
La sabiduría de Naropa, sus dotes en oratoria y su entendimiento espiritual, le hicieron acreedor a la cancillería de la afamada universidad de Nalanda, donde también se convirtió en el Guardián de la Puerta del Norte. De manera contínua se enfrentaba con los herejes en arduos debates, pero por lo regular resultaba victorioso.
A pesar de que Naropa estaba bien versado en los aspectos teóricos del Budismo, se dio cuenta que todavía era inepto en el entrenamiento de su mente inquieta. Entonces una dakini se el apareció y le explicó la importancia de la meditación y le aconsejó buscar la guía de Tilopa, un gran maestro que lo podría llevar a realizar la naturaleza última de la mente.
Viajando hacia el este, Naropa finalmente conoció al gurú raíz que le estaba destinado, Tilopa, quien al instante lo sometió a arduas pruebas. Naropa experimentó 12 adversidades mayores y 12 adversidades menores para poder purificar su karma y la falta de claridad inducida por sus emociones. Por medio de las grandes bendiciones que recibió de Tilopa y cumpliendo con su propia purificación, Naropa realizó la claridad y armonía de la mente, experimentando de manera fiel el estado de Vajradhara. Después de alcanzar esta magnífica realización, Naropa enseñó en muchos lugares y tuvo numerosos discípulos, especialmente en Cachemira donde muchos monasterios fueron fundados por el mismo Naropa. Tanto Tilopa como Naropa fueron reconocidos como dos de los 84 más grandes mahasiddhas en la historia del Budismo.
Entre los discípulos mas dedicados de Naropa, estuvo Marpa, el traductor, quien sucedió a Naropa en el linaje y llevó todas las enseñanzas y transmisiones al Tibet.
Cuando Naropa regresó de su búsqueda espiritual e intelectual, sus padres lo forzaron a casarse con una princesa Brahmin. Sin embargo, el matrimonio duró únicamente ocho años. Naropa reveló su meta espiritual a su esposa y ella decidió no ser un obstáculo en su camino.
Naropa tomó los votos de monje novicio en el Monasterio Del Jardín Feliz y posteriormente se ordenó completamente en Cachemira. Posteriormente, permaneció en el monasterio de Pullahari para continuar con su aprendizaje y su práctica y recibió otras enseñanzas y entrenamiento en la cercana Universidad de Nalanda.
La sabiduría de Naropa, sus dotes en oratoria y su entendimiento espiritual, le hicieron acreedor a la cancillería de la afamada universidad de Nalanda, donde también se convirtió en el Guardián de la Puerta del Norte. De manera contínua se enfrentaba con los herejes en arduos debates, pero por lo regular resultaba victorioso.
A pesar de que Naropa estaba bien versado en los aspectos teóricos del Budismo, se dio cuenta que todavía era inepto en el entrenamiento de su mente inquieta. Entonces una dakini se el apareció y le explicó la importancia de la meditación y le aconsejó buscar la guía de Tilopa, un gran maestro que lo podría llevar a realizar la naturaleza última de la mente.
Viajando hacia el este, Naropa finalmente conoció al gurú raíz que le estaba destinado, Tilopa, quien al instante lo sometió a arduas pruebas. Naropa experimentó 12 adversidades mayores y 12 adversidades menores para poder purificar su karma y la falta de claridad inducida por sus emociones. Por medio de las grandes bendiciones que recibió de Tilopa y cumpliendo con su propia purificación, Naropa realizó la claridad y armonía de la mente, experimentando de manera fiel el estado de Vajradhara. Después de alcanzar esta magnífica realización, Naropa enseñó en muchos lugares y tuvo numerosos discípulos, especialmente en Cachemira donde muchos monasterios fueron fundados por el mismo Naropa. Tanto Tilopa como Naropa fueron reconocidos como dos de los 84 más grandes mahasiddhas en la historia del Budismo.
Entre los discípulos mas dedicados de Naropa, estuvo Marpa, el traductor, quien sucedió a Naropa en el linaje y llevó todas las enseñanzas y transmisiones al Tibet.
jueves, 7 de abril de 2011
CHENREZIG PIENSA EN JAPÓN (ILUMINA LOS PASOS DE ESTE MONJE)
Un monje budista ofrece oraciones mientras camina atravé de una zona destruida por el tsunami en la localidad de Yamada, en la provincia de Iwate, al norte de Japón el lunes 4 de abril del 2011. (Foto AP/Kyodo News)
viernes, 1 de abril de 2011
BUDA, PIENSA EN JAPÓN
JANG CHUB SEM CHOG RIN PO CHE
Que la suprema joya de la bodichita
MA KYE PA NAM KYE GYUR CHIG
que no ha nacido, surja y crezca,
KYE WA ÑAM PA ME PA YANG
y que la que ya ha nacido no disminuya
GONG NÄ GONG DU PEL WAR SHOG
sino que aumente más y más.
SUTRA DEL CORAZÓN (ZEN/JAPAN)
Que la suprema joya de la bodichita
MA KYE PA NAM KYE GYUR CHIG
que no ha nacido, surja y crezca,
KYE WA ÑAM PA ME PA YANG
y que la que ya ha nacido no disminuya
GONG NÄ GONG DU PEL WAR SHOG
sino que aumente más y más.
SUTRA DEL CORAZÓN (ZEN/JAPAN)
Schrödinger y los Upanishads
En todo el mundo no hay ningún tipo de marco dentro del cual podamos encontrar "las conciencias" en plural; esto es simplemente algo que construimos debido a la pluralidad espacio-temporal de individuos, pero es una construcción falsa. Debido a ello, toda filosofía sucumbe una y otra vez ante el conflicto desesperado entre la aceptación teóricamente inevitable del idealismo Berkeleiano y su completa inutilidad para entender el mundo real.
Para Schrödinger, la única solución a este conflicto se encontraba en los Upanishads, los casi 150 libros sagrados del Hinduismo, escritos en idioma sánscrito y que reformaron la filosofía clásica del Hinduismo, el Vedanta, poniendo énfasis en la existencia de una divinidad única y absoluta.
Schrödinger estaba en lo correcto en el sentido que para la religión hindú post-Upanishads el misterio de la vida se reflejaba en la fragmentación del "alma cósmica" (Atman, con mayúscula en lenguas occidentales) en almas individuales (atman, con minúscula en lenguas occidentales).
La palabra "yoga", de hecho, significa unión - de ahí también proviene la palabra castellana "yugo" - y se refiere a la unión del atman con el Atman, el retorno a la fuente original de la que todo procede.
Sin duda Schrödinger también habría opinado lo mismo del budismo si lo hubiera estudiado con la misma profundidad que el Hinduismo. En efecto, como ya vimos en el post Borges y el Budismo, la filosofía budista - especialmente la escuela Madyamika fundada por Nagarjuna - se puede situar como un punto intermedio entre el solipcismo idealista - que Nagarjuna denominaba "nihilismo" - y el materialismo racionalista - que Nagarjuna llamaba "eternalismo".
Una forma de adentrarnos en este tema consiste en estudiar algunas de las claves que el "juego de lenguaje" (Sprachspiel, para usar el término acuñado por Wittgenstein) contiene:
Karma: Aunque el término sólo denota literalmente un acto o acción, connota por lo general las consecuencias positivas o negativas que de ese acto se desprenden. (Ver El karma y el destino).
Citta-samtana: La filosofía budista avanzada utiliza la expresión citta-samtana o citta-samtati (ambos: "corriente de pensamientos") para designar un proceso dinámico que es el objeto que renace una y otra vez. Se sostiene que un citta-samtana puede traer a la mano un conjunto de circunstancias externas compensatorias y retributivas de su karma histórico, por lo que - en este sentido - el budismo coincide con un punto de vista más bien idealista en el que una conciencia subjetiva tiene la capacidad de crear un mundo.
Vidja: Palabra del idioma sánscrito que, en general, significa inteligencia o sabiduría. En algunos casos tiene una connotación más profunda: "la naturaleza profunda de la mente". El conjunto de la enseñanzas budistas se dirige hacia realizar esta Vidja con mayúsculas (en lenguas occidentales) que es nuestra naturaleza última y que alcanzamos en el estado de Iluminación.
Rigpa: El equivalente tibetano de Vidja, traducido generalmente al castellano como "naturaleza de la mente". Por el contrario, la mente ordinaria, clasificatoria y discursiva, se llama en ese mismo idioma "sem".
Dharmas: Aunque en singular y con mayúscula (en idiomas occidentales) se refiere a la enseñanza de Buda que conduce a la Iluminación (y en el Mahayana el concepto cobra además una existencia metafísica), en plural y con minúscula, en cambio, se refiere a los factores constituyentes del mundo fenoménico, entre ellos los constituyentes del mundo físico que bien podríamos traducir en la actualidad como "partículas".
Avidja: El prefijo "a" en sánscrito, al igual que en sus lenguas descendientes, como el griego y el castellano, significa "no" o negación. En consecuencia, avidja, aunque generalmente se traduce como ignorancia, más bien debiera traducirse como falta de sabiduría o desconocimiento.
Una vez que nos familiarizamos con esa terminología es fácil resumir en pocas palabras conceptos budistas muy elaborados. En particular, podemos decir que el ser primordial es un citta-samtana que podemos denominar Vidja o Rigpa. Esta Rigpa cósmica se cristaliza en la forma de sem y, por lo tanto, permite la emergencia de los dharmas, transformando a Vidja en avidja.
En otras palabras: lo único que verdaderamente existe es la Conciencia Cósmica; sin embargo, debido al karma, esta Conciencia Cósmica se manifiesta de manera ilusoria como "conciencias" que cada uno de nosotros denomina "yo". Esta separación ilusoria del "yo" implica no sólo que nos percibimos falsamente separados del "resto" de la Conciencia Cósmica, sino que de hecho percibimos ese "resto" como el "mundo" (como un mundo material o sustantivo). De esa forma, cada "yo" crea su "mundo" sin que eso signifique que no haya una realidad última única y verdadera (la Concienca Cósmica) y, por lo tanto, sin que caigamos en el "chipe libre" que significaría que cada "mundo" fuera independiente de los otros "mundos" y de los otros "yo". La objetividad, por lo tanto, surge a posteriori como un acuerdo entre los "yo", acuerdo que es posible gracias a esa unión subyacente de todo con todo.
La única ventaja que tiene esta explicación por sobre la de los Upanishads es que no presupone (ni desmiente) la existencia de divinidad alguna. Esto no es menor, ya que respeta el principio filosófico fundamental de la economía ontológica, más conocido como "la navaja de Occam". Por lo demás, es igualmente válida para salvar el conflicto entre el materialismo y el idealismo, conflicto que también Maturana y Varela vislumbraron cuando estudiaron el sistema nervioso. Pero eso ya lo discutiremos en detalle más adelante.
Para Schrödinger, la única solución a este conflicto se encontraba en los Upanishads, los casi 150 libros sagrados del Hinduismo, escritos en idioma sánscrito y que reformaron la filosofía clásica del Hinduismo, el Vedanta, poniendo énfasis en la existencia de una divinidad única y absoluta.
Schrödinger estaba en lo correcto en el sentido que para la religión hindú post-Upanishads el misterio de la vida se reflejaba en la fragmentación del "alma cósmica" (Atman, con mayúscula en lenguas occidentales) en almas individuales (atman, con minúscula en lenguas occidentales).
La palabra "yoga", de hecho, significa unión - de ahí también proviene la palabra castellana "yugo" - y se refiere a la unión del atman con el Atman, el retorno a la fuente original de la que todo procede.
Sin duda Schrödinger también habría opinado lo mismo del budismo si lo hubiera estudiado con la misma profundidad que el Hinduismo. En efecto, como ya vimos en el post Borges y el Budismo, la filosofía budista - especialmente la escuela Madyamika fundada por Nagarjuna - se puede situar como un punto intermedio entre el solipcismo idealista - que Nagarjuna denominaba "nihilismo" - y el materialismo racionalista - que Nagarjuna llamaba "eternalismo".
Una forma de adentrarnos en este tema consiste en estudiar algunas de las claves que el "juego de lenguaje" (Sprachspiel, para usar el término acuñado por Wittgenstein) contiene:
Karma: Aunque el término sólo denota literalmente un acto o acción, connota por lo general las consecuencias positivas o negativas que de ese acto se desprenden. (Ver El karma y el destino).
Citta-samtana: La filosofía budista avanzada utiliza la expresión citta-samtana o citta-samtati (ambos: "corriente de pensamientos") para designar un proceso dinámico que es el objeto que renace una y otra vez. Se sostiene que un citta-samtana puede traer a la mano un conjunto de circunstancias externas compensatorias y retributivas de su karma histórico, por lo que - en este sentido - el budismo coincide con un punto de vista más bien idealista en el que una conciencia subjetiva tiene la capacidad de crear un mundo.
Vidja: Palabra del idioma sánscrito que, en general, significa inteligencia o sabiduría. En algunos casos tiene una connotación más profunda: "la naturaleza profunda de la mente". El conjunto de la enseñanzas budistas se dirige hacia realizar esta Vidja con mayúsculas (en lenguas occidentales) que es nuestra naturaleza última y que alcanzamos en el estado de Iluminación.
Rigpa: El equivalente tibetano de Vidja, traducido generalmente al castellano como "naturaleza de la mente". Por el contrario, la mente ordinaria, clasificatoria y discursiva, se llama en ese mismo idioma "sem".
Dharmas: Aunque en singular y con mayúscula (en idiomas occidentales) se refiere a la enseñanza de Buda que conduce a la Iluminación (y en el Mahayana el concepto cobra además una existencia metafísica), en plural y con minúscula, en cambio, se refiere a los factores constituyentes del mundo fenoménico, entre ellos los constituyentes del mundo físico que bien podríamos traducir en la actualidad como "partículas".
Avidja: El prefijo "a" en sánscrito, al igual que en sus lenguas descendientes, como el griego y el castellano, significa "no" o negación. En consecuencia, avidja, aunque generalmente se traduce como ignorancia, más bien debiera traducirse como falta de sabiduría o desconocimiento.
Una vez que nos familiarizamos con esa terminología es fácil resumir en pocas palabras conceptos budistas muy elaborados. En particular, podemos decir que el ser primordial es un citta-samtana que podemos denominar Vidja o Rigpa. Esta Rigpa cósmica se cristaliza en la forma de sem y, por lo tanto, permite la emergencia de los dharmas, transformando a Vidja en avidja.
En otras palabras: lo único que verdaderamente existe es la Conciencia Cósmica; sin embargo, debido al karma, esta Conciencia Cósmica se manifiesta de manera ilusoria como "conciencias" que cada uno de nosotros denomina "yo". Esta separación ilusoria del "yo" implica no sólo que nos percibimos falsamente separados del "resto" de la Conciencia Cósmica, sino que de hecho percibimos ese "resto" como el "mundo" (como un mundo material o sustantivo). De esa forma, cada "yo" crea su "mundo" sin que eso signifique que no haya una realidad última única y verdadera (la Concienca Cósmica) y, por lo tanto, sin que caigamos en el "chipe libre" que significaría que cada "mundo" fuera independiente de los otros "mundos" y de los otros "yo". La objetividad, por lo tanto, surge a posteriori como un acuerdo entre los "yo", acuerdo que es posible gracias a esa unión subyacente de todo con todo.
La única ventaja que tiene esta explicación por sobre la de los Upanishads es que no presupone (ni desmiente) la existencia de divinidad alguna. Esto no es menor, ya que respeta el principio filosófico fundamental de la economía ontológica, más conocido como "la navaja de Occam". Por lo demás, es igualmente válida para salvar el conflicto entre el materialismo y el idealismo, conflicto que también Maturana y Varela vislumbraron cuando estudiaron el sistema nervioso. Pero eso ya lo discutiremos en detalle más adelante.
Gurú Rinpoché
Durante el reinado del emperador Trisong Detsen (755-797) se construyó el primer
monasterio budista: el monasterio de Samye.
El Tíbet anterior a la llegada de las enseñanzas de Buda era un controvertido pueblo
religioso practicante del Bonísmo y el Gcug -religiones chamánicas- sumido en terribles
guerras, calamidades, prácticas mágicas y esotéricas. El emperador del Tíbet, Trisong
Detsen, reclamó la presencia del gran maestro Padma Sambhava, Gurú Rinpoché, que
llegó al Tíbet y lo pacificó rápidamente, subyugando a todas las fuerzas del mal y
haciendo reinar la armonía.
El Legado de Buda y la intervención de Padma Sambhava, generaron un cambio
existencial en la manera de ser y vivir de los tibetanos, que comenzaron una andadura
en el camino del trabajo introspectivo y en la búsqueda del conocimiento del ser
supremo que todos llevamos dentro.
En el siglo VIII de nuestra era, el budismo indio era como un océano, lleno de
enseñanzas y prácticas, escrituras, tecnologías e instituciones que habían proliferado
durante más de mil años en respuesta a las necesidades de muchos pueblos diferentes
del subcontinente indio. De este contexto procede el gran Gurú Rinpoché. Oriundo del
país de Udayana, al noroeste de la India, su venida había sido anunciada por el propio
Buda Shakyamuni que expresó que él regresaría en la forma de Buda Padmasambhava
y que brindaría más enseñanzas sobre el tantra Vajrayana. Apareció una noche en las
aguas del lago Dhanakosha, sobre un loto gigante enmarcado en un arco iris imposible
que nació de un rayo de luz infinita.
En aquel país reinaba por entonces el anciano Indrabhuti, ciego y sin descendencia,
quien esa misma noche se vio en sueños igualmente iluminado por una luz intensa y
extraña, portando en la mano derecha un rayo de oro. A la mañana siguiente, un
sacerdote llamado Trikna Shin, le informó de la aparición en el lago de la “luz que
ilumina los tres mundos”. El rey se dirigió sin perder un segundo hacia sus aguas,
seguido por la corte en pleno. Al borde del lago, frente al niño iluminado por la luz más
verdadera, el anciano rey recuperó la vista, mientras el niño proclamaba:
- Mi padre, Buda Shakyamuni, predijo mi llegada 1200 años antes de su Nirvana.
Vengo para divulgar el poder infinito de los Mantras.
El rey lo adoptó y le puso el nombre de Sarouha Vajra (rayo que surge del lago),
educándolo como si se tratara del hijo que nunca tuvo. Pasados los años, el joven se
desposó con una princesa llamada Vashadara, pero el matrimonio terminó cuando
Padma Sambhava sintió la ineludible llamada de su destino y decidió retirarse del
mundo.
Así pasó muchos años recorriendo países y monasterios, estudiando los textos búdicos
y enfrentándose en los cementerios a dioses y diablos para entrenar su poder. Así fue
como recibió de las doce Tanmas –Diosas de los conocimientos ocultos en la tradición
dakkini- la Ciencia Secreta y la Adivinación.
Fue en el país de Cachemira donde le dieron el nombre de Padma Sambhava, aunque
también fue conocido por muchos nombres. El rey de Lahore, consiguió que se casara
con su hija Mandamara. Pero el poder mundano arrastra resentimiento y envidias y un
día su casa apareció envuelta en llamas. Asombrosamente, Padma Sambhava surgió de
entre el fuego en la posición de loto, meditando, sin sufrir el menor daño. Las llamas,
sin embargo, se cebaron en sus enemigos. Fue su primer milagro.
Entre sus numerosas facultades destacaba la adivinación del porvenir. Por ella supo un
día que el rey del Tíbet Trisong Detsen precisaba su ayuda y que venía en su busca una
embajada real. Salió a su encuentro y juntos continuaron el viaje hasta la capital, Lhasa.
El camino se convirtió en un infierno para todos ellos por las legiones de seres malignos
que pretendían a toda costa impedirle la entrada al reino. Le tendieron mil y una
trampas y emboscadas de las que salió milagrosamente indemne, incluso derribando
parte de la cordillera del Himalaya sobre los insidiosos diablos en un ataque masivo a
las fuerzas del mal. Dicen los antiguos textos que llegó a Lhasa el año 747.
Su primera intervención pública consistió en una convocatoria general de las entidades
maléficas que asolaban el país de los hielos y de las nieves: diablos, genios, espíritus
elementales, fantasmas... a los que logró someter a la autoridad del bien supremo
mediante sus Mantras budistas.
Después, con la ayuda del místico Shanta Rakshita (que no había logrado someter a las
deidas locales él solo) enseñó la doctrina de Buda y el tantrismo, fundando en el 749 el
primer monasterio del Tíbet: el de Samye, que se convirtió en un centro principal para
estudiar el budismo y el lugar del Tíbet donde fueron engendrados muchos textos de la
literatura budista (allí se tradujeron textos del Sánscrito al Tibetano).
De sus manos se ordenaron los primeros 7 lamas tibetanos y sus enseñanzas siguen aún
vivas para beneficio de todos los seres sintientes.
monasterio budista: el monasterio de Samye.
El Tíbet anterior a la llegada de las enseñanzas de Buda era un controvertido pueblo
religioso practicante del Bonísmo y el Gcug -religiones chamánicas- sumido en terribles
guerras, calamidades, prácticas mágicas y esotéricas. El emperador del Tíbet, Trisong
Detsen, reclamó la presencia del gran maestro Padma Sambhava, Gurú Rinpoché, que
llegó al Tíbet y lo pacificó rápidamente, subyugando a todas las fuerzas del mal y
haciendo reinar la armonía.
El Legado de Buda y la intervención de Padma Sambhava, generaron un cambio
existencial en la manera de ser y vivir de los tibetanos, que comenzaron una andadura
en el camino del trabajo introspectivo y en la búsqueda del conocimiento del ser
supremo que todos llevamos dentro.
En el siglo VIII de nuestra era, el budismo indio era como un océano, lleno de
enseñanzas y prácticas, escrituras, tecnologías e instituciones que habían proliferado
durante más de mil años en respuesta a las necesidades de muchos pueblos diferentes
del subcontinente indio. De este contexto procede el gran Gurú Rinpoché. Oriundo del
país de Udayana, al noroeste de la India, su venida había sido anunciada por el propio
Buda Shakyamuni que expresó que él regresaría en la forma de Buda Padmasambhava
y que brindaría más enseñanzas sobre el tantra Vajrayana. Apareció una noche en las
aguas del lago Dhanakosha, sobre un loto gigante enmarcado en un arco iris imposible
que nació de un rayo de luz infinita.
En aquel país reinaba por entonces el anciano Indrabhuti, ciego y sin descendencia,
quien esa misma noche se vio en sueños igualmente iluminado por una luz intensa y
extraña, portando en la mano derecha un rayo de oro. A la mañana siguiente, un
sacerdote llamado Trikna Shin, le informó de la aparición en el lago de la “luz que
ilumina los tres mundos”. El rey se dirigió sin perder un segundo hacia sus aguas,
seguido por la corte en pleno. Al borde del lago, frente al niño iluminado por la luz más
verdadera, el anciano rey recuperó la vista, mientras el niño proclamaba:
- Mi padre, Buda Shakyamuni, predijo mi llegada 1200 años antes de su Nirvana.
Vengo para divulgar el poder infinito de los Mantras.
El rey lo adoptó y le puso el nombre de Sarouha Vajra (rayo que surge del lago),
educándolo como si se tratara del hijo que nunca tuvo. Pasados los años, el joven se
desposó con una princesa llamada Vashadara, pero el matrimonio terminó cuando
Padma Sambhava sintió la ineludible llamada de su destino y decidió retirarse del
mundo.
Así pasó muchos años recorriendo países y monasterios, estudiando los textos búdicos
y enfrentándose en los cementerios a dioses y diablos para entrenar su poder. Así fue
como recibió de las doce Tanmas –Diosas de los conocimientos ocultos en la tradición
dakkini- la Ciencia Secreta y la Adivinación.
Fue en el país de Cachemira donde le dieron el nombre de Padma Sambhava, aunque
también fue conocido por muchos nombres. El rey de Lahore, consiguió que se casara
con su hija Mandamara. Pero el poder mundano arrastra resentimiento y envidias y un
día su casa apareció envuelta en llamas. Asombrosamente, Padma Sambhava surgió de
entre el fuego en la posición de loto, meditando, sin sufrir el menor daño. Las llamas,
sin embargo, se cebaron en sus enemigos. Fue su primer milagro.
Entre sus numerosas facultades destacaba la adivinación del porvenir. Por ella supo un
día que el rey del Tíbet Trisong Detsen precisaba su ayuda y que venía en su busca una
embajada real. Salió a su encuentro y juntos continuaron el viaje hasta la capital, Lhasa.
El camino se convirtió en un infierno para todos ellos por las legiones de seres malignos
que pretendían a toda costa impedirle la entrada al reino. Le tendieron mil y una
trampas y emboscadas de las que salió milagrosamente indemne, incluso derribando
parte de la cordillera del Himalaya sobre los insidiosos diablos en un ataque masivo a
las fuerzas del mal. Dicen los antiguos textos que llegó a Lhasa el año 747.
Su primera intervención pública consistió en una convocatoria general de las entidades
maléficas que asolaban el país de los hielos y de las nieves: diablos, genios, espíritus
elementales, fantasmas... a los que logró someter a la autoridad del bien supremo
mediante sus Mantras budistas.
Después, con la ayuda del místico Shanta Rakshita (que no había logrado someter a las
deidas locales él solo) enseñó la doctrina de Buda y el tantrismo, fundando en el 749 el
primer monasterio del Tíbet: el de Samye, que se convirtió en un centro principal para
estudiar el budismo y el lugar del Tíbet donde fueron engendrados muchos textos de la
literatura budista (allí se tradujeron textos del Sánscrito al Tibetano).
De sus manos se ordenaron los primeros 7 lamas tibetanos y sus enseñanzas siguen aún
vivas para beneficio de todos los seres sintientes.
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