lunes, 25 de octubre de 2010

LISTAS NEGRAS




El objetivo de China no es construir un país democrático explica Xulio Ríos, analista en el Observatoro de la política china. “El objetivo histórico fundamental de China es recuperar la supremacía global” sentencia.

Uno de los enemigos más conocidos de China es Google. A comienzos de 2010, en uno de los enfrentamientos entre ambos, provocó que el portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores sentenciara: “China, como otros países, maneja su Internet de acuerdo a la ley y tenemos normas específicas respecto a qué contenido puede ser difundido en la red”. Días después, el Gobierno chino dio un duro golpe. A esto le podemos sumar el ataque que se produjo a los usuarios de la empresa norteamericana.

"Más que personas, entidades y conceptos"

La cadena de televisión británica BBC, Amnistía Internacional, Reporteros Sin Fronteras o la Iglesia Católica no son bienvenidos en China. Según Ríos todos suponen un “desafío político al poder del PCCh (Partido Comunista de China)” y por ende no lo tienen fácil cuando tratan de llevar cualquier iniciativa al país.

Un concepto que no tiene cabida para el régimen es el de independentismo. Taiwán y Tíbet son el mejor ejemplo de desafío independentista en China. Lo mismo que la autonomía que reclaman los sindicatos, que desde el Gobierno se entiende como una rivalidad con el poder establecido. Ambas regiones dan al régimen chino recursos importantes. Con el Tíbet, además de las minas y demás recursos pueden decir que tienen la montaña más alta del mundo. En el caso de Taiwán, controlarla implica controlar también el estrecho por el que cada día pasan barcos con petróleo o productos comerciales para y de todo extremo oriente.

Pluralismo político y libertad de expresión son otros dos derechos que el PCCh se niega a desarrollar. Ocho, es el número de partidos que pueden competir en las elecciones, el único detalle es que todos reconocen la autoridad suprema del PCCh, “son todos iguales” dice Ríos.

EEUU y un largo etcétera

EEUU es el antagonista favorito del régimen chino. La relación que ambos países mantienen es muy compleja, y los acuerdos a los que llegan en el ámbito económico no se tienen en cuenta cuando se habla de estrategias. Para China, EEUU es un obstáculo en su escalada mundial. Ríos lo resume así: “EEUU sabe que China puede quitarle el poder en 15 o 20 años, y va a tratar de hacer todo lo posible para impedirlo”.

Si nos referimos a sus vecinos más cercanos, el nombre de Japón es el que sube al número uno de la ‘lista negra’. Es la relación más difícil y delicada y en las últimas semanas las relaciones se han “envenenado”. El conflicto entre ambos es histórico, y hay una larga lista de agravios entre ambos países que dificultan las relaciones. Pero China tampoco se lleva bien “con prácticamente todos los países del sudeste asiático” dice Ríos, aunque reconoce que las relaciones “no son tan complejas como con Japón”.

En los últimos días se ha hablado mucho de la ‘Guerra de divisas’. China no está dispuesta a apreciar el yuang (pese a las presiones de EEUU o la UE). Según el analista, “es hartamente improbable que China haga un gesto de cierta relevancia porque internamente, este cambio supondría un riesgo enorme”. Sus exportaciones se encarecerían mucho y desembocaría en la ruina para muchas empresas y para millones de chinos.

La complicada disidencia china

La mayor parte de los chinos comparte los ideales del régimen explica Ríos. Es por eso que los disidentes son pocos y poco relevantes en China. Por si fuera poco el Gobierno asegura que las noticias no lleguen completas, lo que hizo con el Nobel de la Paz de este año. Xiaobo es defensor de los derechos humanos y prisionero del régimen desde el 25 de diciembre de 2008. Su juicio duró menos de tres horas y fue encarcelado para los siguientes 11 años. La razón literal de la sentencia: “incitar a la subversión contra el poder del Estado”. Sin embargo, no es el primero, y tampoco será el último en sufrir las represalias del sobre el PCCh.

Ríos nos recuerda varios nombres de otras personas no gratas para el Gobierno de Hu Jintao, como Wei Jingsheng, uno de los disidentes de Tiananmen. Aunque en la actualidad se dedica a sus negocios, sigue teniendo vetada la entra al país, “si residiese en China lo más probable es que estuviese en la cárcel” explica el analista.

Los conflictos en cultura y religión

No es posible hablar de oposición al régimen chino sin nombrar al Dalai Lama. Pero no se trata sólo de él, sino de “todos sus acreedores mediáticos de Hollywood” introduce Ríos, como Richard Gere, un reconocido opositor del régimen. Gere tampoco puede entrar en China, como varios grupos musicales extranjeros. Si en sus conciertos gritan algo así como: ‘Free Tibet’, en ese instante quedan vetados en el país, y sus discos se retiran del mercado de manera automática.

El analista explica que la religión es otro de los aspectos que es mejor no mencionar en China. Todo aquello que esté relacionado con el Tíbet, “tiene una connotación negativa para el régimen”. Así encontramos otra entrada en esta ‘lista negra china’: Li Hongzhi. El fundador de Falun Gong, una organización religiosa, puso al régimen contra las cuerdas, desde entonces cualquier cosa relacionada con Falun Gong es perseguida por el PCCh.

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