DHARAMSALA, India (Reuters) - Funcionarios de Estados Unidos se reunieron con el Dalai Lama en el norte de India el lunes para discutir cómo resolver los problemas del pueblo tibetano antes de la visita del líder espiritual a Estados Unidos este mes, dijeron funcionarios.
Analistas dijeron que las conversaciones con la delegación estadounidense, liderada por la asesora de la Casa Blanca Valerie Jarrett, también podrían ayudar a reanudar los contactos entre el Dalai Lama y China.
La reunión de dos horas se realizó en Dharamsala, la sede del Gobierno tibetano en el exilio.
"Ella (Jarrett) vino a informar a Su Santidad sobre el enfoque del Gobierno del presidente (Barack) Obama en el Tíbet", dijo a Reuters Tenzin Taklha, colaborador del Dalai Lama.
La oficina del líder espiritual tibetano dijo que Jarrett expresó el interés del presidente estadounidense en ayudar al exiliado Gobierno a encontrar una solución para las dificultades que atraviesa la región. También se discutió la visita de Obama a China.
"Su Santidad expresó a la señora Jarrett los temas que le gustaría que el presidente Obama plantee en su viaje a China", dijo la oficina del Dalai Lama.
"Su Santidad (...) confía en que durante su presidencia, el pueblo tibetano podrá ver un progreso en la resolución de su problema", añadió el Gobierno tibetano en un comunicado.
Obama tiene previsto visitar China a fin de año, en unas conversaciones que según expertos buscan mejorar las relaciones y reavivar el crecimiento económico mundial.
Pero algunos especialistas también dicen que un encuentro entre Obama y el Dalai Lama durante la visita de este último a Estados Unidos podría afectar las relaciones con Pekín.
Pekín considera al Dalai Lama un "separatista" que busca escindir casi un cuarto del territorio del país y se opone fuertemente a que un jefe de Estado se reúna con él.
El líder de 74 años tiene previsto dar una serie de charlas religiosas en Estados Unidos y Canadá a partir del 23 de septiembre. Sus colaboradores dicen que podría encontrarse con Obama a principios de octubre.
El Dalai Lama, que huyó del Tíbet en 1959 luego de un fallido levantamiento contra el Gobierno chino, niega las acusaciones de que es un separatista y dice que quiere mayores derechos para su pueblo.
Expertos dijeron que las conversaciones del lunes podrían favorecer una reanudación del diálogo entre los enviados del líder y las autoridades chinas.
"El acercamiento del presidente Obama indica que él reconoce la oportunidad estratégica de lograr un progreso sustancial en el tema del Tíbet, más allá de los gestos simbólicos", dijo Kate Saunders, del grupo Campaña Internacional por el Tíbet, en un comunicado.
martes, 15 de septiembre de 2009
lunes, 14 de septiembre de 2009
TENSIÓN
Pekín, 13 sep (EFE).- Uno de los nueve miembros más poderosos del Partido Comunista de China, Zhou Yongkang, reconoció que mantener la estabilidad social en regiones étnicas como Xinjiang o Tíbet, escenario de sangrientas protestas, va a ser difícil.
Zhou, uno de los nueve miembros del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh) y responsable de los asuntos políticos y legislativos, dijo que será una "tarea ardua" mantener esta estabilidad en vísperas del 60 aniversario de la llegada al poder de su partido, informó hoy la agencia Xinhua.
El funcionario realizó estos comentarios en una reunión sobre la seguridad durante las celebraciones nacionales, el próximo 1 de octubre, y sobre la situación en el Tíbet y Xinjiang, región esta última que visitó el pasado 10 de julio tras los disturbios que causaron más de 200 muertos.
"Mientras que en lo general la situación social es estable, el país se enfrenta ahora a graves retos para mantener la estabilidad, y la tarea va a ser ardua", dijo Zhou, quien enfatizó que esta estabilidad tiene que centrarse sobre todo en Pekín.
La capital china está tomada por las fuerzas de seguridad desde hace varias semanas con motivo de los preparativos para el 60 aniversario de la fundación de la República Popular, con medidas que obligan a los residentes a pasar continuos controles de seguridad y sufrir cortes de las vías principales por los ensayos.
Pekín responsabiliza de los disturbios étnicos en el Tíbet y en Xinjiang a fuerzas "separatistas" y "terroristas", aunque observadores y expertos contactados por Efe indican que son las políticas étnicas chinas en esas regiones y la desigualdad de ingresos las causas reales de los disturbios.
Sin embargo, Zhou instó a los funcionarios y a los efectivos de seguridad a "estar totalmente preparados para las situaciones más difíciles" y garantizar así una buena celebración del Día Nacional.
La campaña de seguridad fue descrita por el alto cargo como "una guerra popular".
En julio pasado una protesta de uigures causó 197 muertos en Xinjiang y desde entonces han continuado los disturbios con los colonos chinos. Un conflicto similar se vivió en marzo de 2008 en el Tíbet, cuyo acceso está restringido desde entonces.
Zhou instó al gobierno regional tibetano a reforzar el control de los monasterios y prevenir cualquier intento de "atentados por parte de los separatistas".
En las tres última décadas el PCCh adoptó una política capitalista con intervención estatal que ha creado una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, por lo que la insatisfacción y la tensión entre la población crecen cada día, así como las medidas de control que aplica el Ejecutivo para no perder su poder. EFE mz/tg
Zhou, uno de los nueve miembros del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh) y responsable de los asuntos políticos y legislativos, dijo que será una "tarea ardua" mantener esta estabilidad en vísperas del 60 aniversario de la llegada al poder de su partido, informó hoy la agencia Xinhua.
El funcionario realizó estos comentarios en una reunión sobre la seguridad durante las celebraciones nacionales, el próximo 1 de octubre, y sobre la situación en el Tíbet y Xinjiang, región esta última que visitó el pasado 10 de julio tras los disturbios que causaron más de 200 muertos.
"Mientras que en lo general la situación social es estable, el país se enfrenta ahora a graves retos para mantener la estabilidad, y la tarea va a ser ardua", dijo Zhou, quien enfatizó que esta estabilidad tiene que centrarse sobre todo en Pekín.
La capital china está tomada por las fuerzas de seguridad desde hace varias semanas con motivo de los preparativos para el 60 aniversario de la fundación de la República Popular, con medidas que obligan a los residentes a pasar continuos controles de seguridad y sufrir cortes de las vías principales por los ensayos.
Pekín responsabiliza de los disturbios étnicos en el Tíbet y en Xinjiang a fuerzas "separatistas" y "terroristas", aunque observadores y expertos contactados por Efe indican que son las políticas étnicas chinas en esas regiones y la desigualdad de ingresos las causas reales de los disturbios.
Sin embargo, Zhou instó a los funcionarios y a los efectivos de seguridad a "estar totalmente preparados para las situaciones más difíciles" y garantizar así una buena celebración del Día Nacional.
La campaña de seguridad fue descrita por el alto cargo como "una guerra popular".
En julio pasado una protesta de uigures causó 197 muertos en Xinjiang y desde entonces han continuado los disturbios con los colonos chinos. Un conflicto similar se vivió en marzo de 2008 en el Tíbet, cuyo acceso está restringido desde entonces.
Zhou instó al gobierno regional tibetano a reforzar el control de los monasterios y prevenir cualquier intento de "atentados por parte de los separatistas".
En las tres última décadas el PCCh adoptó una política capitalista con intervención estatal que ha creado una brecha cada vez mayor entre ricos y pobres, por lo que la insatisfacción y la tensión entre la población crecen cada día, así como las medidas de control que aplica el Ejecutivo para no perder su poder. EFE mz/tg
Suscribirse a:
Entradas (Atom)