jueves, 27 de enero de 2011

http://www.dondocumentales.com/2010/10/la-verdad-de-los-disturbios-en-el-tibet.html

martes, 25 de enero de 2011

lunes, 24 de enero de 2011

HUIDA

Dopu es el guía del grupo. Gracias a su pericia, todos han logrado atravesar sanos y salvos la región de Solu Khumbu. Dopu es fuerte y atlético, quizás demasiado alto para ser tibetano. Como todos los de su pueblo, resulta parco en palabras y adusto en el ademán. Cuando contesta a mis preguntas, mantiene una actitud reservada, de animal al acecho, hasta que mi traductor logra convencerle de que no voy a ponerle en peligro.

¿Cuántas veces ha ayudado a grupos de refugiados a cruzar la región la región de Solu Khumbu?

D: Esta es la primera vez que hago de guía. Sólo hice este viaje una vez antes, acompañando a un sherpa.

¿Cómo se decidió a ayudar a estas personas a escapar a Nepal y cómo contactó con ellas?

D: Tengo una granja en mi pueblo, en Amdo. Muchas de las personas en el grupo son también de allí. Ellos sabían que yo había cruzado la frontera una vez y me pidieron que les ayudara a llegar a Nepal. Después, en Lhasa, se nos unieron otras personas. Imagino que supieron de nuestro viaje a través de algún conocido.

¿Cuánto dinero le ha pagado cada miembro del grupo?
D. Unos 1.500 yuangs (unos 181 dólares) pero quiero que quede claro que no lo hice por dinero, lo hice porque mucha gente de mi pueblo me lo pidió y quería ayudarles.

Dopu y los primeros miembros del grupo llegaron a Lhasa, la capital de Tíbet, el 16 de Junio. Allí esperaron durante cuatro días hasta que se les unieron los demás, procedentes en su mayoría de Kham. En Tíbet lo habitual entre quienes desean huir es encaminarse a Lhasa, desde donde redes clandestinas de informadores les ponen en contacto con otros interesados.

Para escapar de Tíbet, Dopu y su grupo realizaron el siguiente itinerario: desde la ciudad de Lhasa tardaron casi un día en recorrer, con un jeep, los 250 Km que la separan de Shigatse, la segunda ciudad más grande del país. Allí permanecieron una noche antes de partir a Lhatse (150 Km) en autobús. Tras permanecer en Lhatse un día, se encaminaron al pequeño pueblo de Dhigri, en la provincia de T-Üsang, limitando con Nepal. Desde allí se internaron en los pasos de montaña a través de la región de Solu Khumbu, en un viaje que se prolongó durante 20 días.

Hábleme del viaje a través del Himalaya

D. “Cada uno llevaba una o dos mudas de ropa, un mu-yee (chaqueta hecha de lana) para el frío y sólo un par de zapatos. Había que ir lo menos cargado posible, por si nos surgía una patrulla china y teníamos que salir huyendo. Con respecto a la comida, cada persona se trajo 12 gyamas - unidad de medida china - de tsampa (harina de cebada tostada que constituye el alimento básico de los tibetanos), una caja de noodles y nada más. El agua no ha sido problema: en todo el camino hay abundantes manantiales.

Caminábamos durante más de diez horas al día. Durante dos días tuvimos que caminar toda la noche, y dormir durante el día ya que era extremadamente peligroso. Como no podíamos utilizar linternas, nos atamos con cuerdas; así, si un miembro del grupo resbalaba en la oscuridad los otros le recogían. Sólo parábamos para desayunar y cenar. Varios días nos llovió, llovió mucho… Las rocas resbalaban y no podíamos hacer un fuego para secar la ropa. Tuvimos que dormir con las ropas mojadas, apretados unos contra otros para darnos calor. Todas las noches dormíamos sobre el suelo.

Recuerdo que tuvimos que bordear una gran montaña. Había nieve por todas partes y hacía mucho frío. Algunos no traían calcetines. Decidí que era mejor no detenernos hasta que no descendiéramos la montaña. Creo que también pasamos cerca del Monte Everest, pero no estoy seguro.

Hubo un momento en que nos quedamos sin comida. Sólo teníamos té negro y no podíamos encender un fuego para calentar el agua. Comíamos las bayas silvestres, plantas y todo lo que encontrábamos por el camino. Luego venían las diarreas con lo que nos debilitábamos aún más. Entonces nos encontramos un sherpa que nos cobró 500 rupias nepalíes (unos 6 dólares) por un plato de arroz. 500 rupias!…

¿Y los niños?, ¿cómo resistieron esas condiciones?

D. Los niños se portaron bien, sin llorar y aguantando el ritmo de la marcha. En los tramos más duros nos turnábamos y les transportábamos en la espalda.

¿Encontraron patrullas chinas por el camino?

D. Sí, cerca de Dhingri nos sorprendió una patrulla de policía. Salimos huyendo en todas las direcciones. Vi que uno de nosotros tropezó y cayó rodando ladera abajo. Creo que se rompió la pierna o algo así porque no podía caminar. Lo último que pude ver es que se arrastraba y gritaba mientras los soldados chinos disparaban al aire y venían hacia nosotros.

¿Qué cree que habrá sido de este hombre?

D. Me imagino que lo interrogarán y pasará una temporada en la cárcel, igual que si nos hubieran detenido a cualquiera de nosotros. Los castigos son especialmente duros para los que hacen de guías. Yo conozco gente que lleva cinco años en prisión. Cuando salgan, no tendrán derecho a nada, ni trabajo, ni tierras, ni atención en los hospitales, nada…
Tashi Dolma es la única mujer del grupo. Aparenta una edad más joven que sus 19 años cumplidos. Extraordinariamente tímida, parece medir cada una de sus palabras antes de hablar, aunque ahora le han asegurado que puede contar sin miedo cuanto está pasando en Tíbet, que debe contarlo. Tashi Dolma ha cruzado la cordillera del Himalaya vistiendo una simple chuba, o vestido típico tibetano, y unas alpargatas. Viaja sola, aunque reconoce que Dopu y todos los hombres del grupo la han ayudado mucho. Es la primera vez que sale de su pequeña aldea de Tsuka, en la provincia de Amdo.
[Tashi Dolma]

¿Por qué quería escapar de Tíbet?

T.D. “Porque quiero estudiar y quiero ver al Dalai Lama. En mi aldea nadie puede ir al colegio; mis padres son granjeros y no pueden pagar los 400 yuangs al mes (unos 48 dólares) que cuesta el colegio construido por los chinos. En Tíbet la gente no es feliz. Mi familia, mis amigos, toda la gente de mí aldea no son felices. Los chinos no se meten con nosotros, pero a veces pasamos hambre porque no podemos decidir sobre la forma de cultivar la tierra, no podemos decidir sobre nuestras propias cosechas.

Mis padres tienen una gran granja. Si pudiéramos decidir la forma de cultivar la tierra, tendríamos una cosecha de tsampa para todo el año, pero los chinos nos están obligando a que transformemos nuestras tierras de cultivo en pasto para el ganado. En nuestra aldea siempre se ha sembrado trigo, no tiene ningún sentido cultivar pasto para el ganado. El próximo año no habrá comida suficiente para todos y mucha gente pasará hambre”.

Cuanto está pasando en la remota aldea de Tashi Dolma no constituye sino un ejemplo de cómo afecta a los agricultores tibetanos las directrices agrarias fijadas en el los llamados Planes Quinquenales de la República Popular China. Entre los objetivos estratégicos del décimo Plan –en vigor en las fechas en que tuvo lugar esta entrevista -, se fijaba como tarea prioritaria en agricultura la “ampliación de los pastos ganaderos en las regiones del oeste”, entre las que se incluye Tíbet.

jueves, 13 de enero de 2011

Temor de tortura a preso tibetano en China

Se sospecha que Jigme Gyatso, preso de conciencia tibetano y ex monje, está gravemente enfermo como consecuencia de la tortura y los malos tratos sufridos bajo custodia en la cárcel de Qushui, en las afueras de Lhasa (en chino: Lasa) en la Región Autónoma del Tíbet, China.

Jigme Gyatso fue detenido en 1996 por sus actividades en apoyo de la independencia del Tíbet, como fundar un grupo denominado Asociación por la Libertad de Circulación de los Tibetanos y repartir folletos en favor de la independencia. En noviembre de 1996 fue condenado a 15 años de cárcel como “cabecilla contrarrevolucionario” y ha pasado algunos meses en régimen de aislamiento, sin contacto con otros presos, y sin poder recibir visitas. A finales de 2010 se le permitió recibir una visita.

Jigme Gyatso ha sido torturado o maltratado en varias ocasiones. Durante los primeros seis meses de su detención, lo mantuvieron en una “celda de interrogatorio” y lo torturaron. En 1997 le pegaron tal paliza que apenas podía andar. En mayo de 1998 fue uno de los presos de la cárcel de Drapchi que comenzó a gritar consignas a favor del Dalai Lama, lo cual desencadenó una violenta respuesta del personal de la cárcel. En aquella ocasión, que se saldó con nueve muertes, Jigme Gyatso fue golpeado. La protesta coincidió con la visita de una delegación de la Unión Europea a la cárcel. Jigme Gyatso también estuvo hospitalizado en 2009.
En noviembre de 2005, Jigme Gyatso se entrevistó con el relator especial sobre la cuestión de la tortura de la ONU durante la visita de éste a China. Tras la entrevista, según los informes, lo mantuvieron en régimen de aislamiento y luego estuvo varias semanas hospitalizado.

El relator especial de la ONU sobre la cuestión de la tortura ha pedido a las autoridades chinas que pongan en libertad a Jigme Gyatso. El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU ha afirmado que su detención fue arbitraria y violó sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión. En mayo de 2004, Jigme Gyatso fue golpeado con porras eléctricas por haber gritado consignas favorables al Dalai Lama, y fue condenado a tres años más de cárcel por “incitación al separatismo”. Quedará en libertad en marzo de 2014.

ESCRIBAN INMEDIATAMENTE, en inglés, en chino o en su propio idioma:

- Instando a las autoridades a que pongan de inmediato en libertad incondicional a Jigme Gyatso, detenido únicamente por ejercer pacíficamente sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión;
- Instando a las autoridades a que ordenen una investigación completa e imparcial sobre las denuncias según las cuales Jigme Gyatso ha sido torturado, con vistas a poner a los responsables a disposición judicial, y exigiendo garantías de que no será torturado ni sufrirá otros malos tratos mientras permanezca bajo custodia;
- Instando a las autoridades a que garanticen que tiene acceso al tratamiento médico que necesite, a la asistencia letrada que elija y a sus familiares.

ENVÍEN LOS LLAMAMIENTOS ANTES DEL 21 DE FEBRERO DE 2011 A:

Director de la Cárcel de Qushui
Jianyuzhang
Qushui prison
Qushui county
Lasashi, Xizang Zizhiqu
República Popular China
Tratamiento: Dear Prison Governor / Señor Director
Fiscal Jefe de la Región Autónoma del Tíbet
ZHANG Peizhong Jianchazhang
Xizang Zizhiqu Renmin Jianchayuan
Lasashi, Xizang Zizhiqu
República Popular China
Tratamiento: Dear Procurator / Señor Fiscal Jefe

Envíen copias a:

Presidente del Gobierno de la Región Autónoma del Tíbet
Padma CHOLING Zhuren
Xizang Zizhiqu Renmin Zhengfu
1 Kang’angdonglu
República Popular China
Lasashi 850000, Xizang Zizhiqu People’s República Popular China
Fax: +86 891 6335168
Tratamiento: Dear Chairman / Señor Presidente

Envíen también copia a la representación diplomática acreditada en su país:

EMBAJADA DE LA REPUBLICA POPULAR CHINA
C/ Arturo Soria, 113 28043 – MADRID
Teléfono: 91 519 42 42 y 91 519 36 72.-. Fax: 91 519 20 35
E-mail: chinaemb-es@mfa.gov.cn

Consulten con la oficina de su Sección si van a enviar los llamamientos después de la fecha antes indicada.

INFORMACIÓN ADICIONAL

La tortura y otros malos tratos siguen siendo endémicos en los lugares de detención de China, aunque el país ratificó la Convención contra la tortura de la ONU en 1988. Amnistía Internacional también recibe con frecuencia informes de muertes bajo custodia, muchas de ellas debidas a torturas, en diversas instituciones oficiales, como cárceles, centros de reeducación por el trabajo y centros de detención de la policía. Las amplias facultades que concede a la policía el Código de Procedimiento Penal para detener a los sospechosos durante largos periodos antes del juicio aumenta las oportunidades de tortura y otros malos tratos. Durante este tiempo, el acceso de los detenidos a sus familiares y a sus representantes letrados puede ser limitado.

En virtud del Código de Procedimiento Penal, la policía tiene 24 horas de plazo como máximo para notificar a los familiares del detenido que éste ha sido aprehendido o arrestado, y dónde está recluido, excepto si esto “obstaculizara la investigación” (artículos 64 y 71). Sin embargo, en la práctica se suele negar la comunicación con la familia hasta que el detenido es llevado a juicio o hasta que se dicta sentencia. Las disposiciones sobre el acceso a asistencia letrada también incumplen las normas internacionales.

Las autoridades han aprobado numerosas normativas con el objetivo de reforzar la prohibición oficial de tortura que dispone el Código Penal de China, pero los tipos de conductas prohibidos son limitados y no se ajustan plenamente a las definiciones de tortura del derecho internacional, que incluyen, por ejemplo, conductas que puedan causar tortura mental.

Las nuevas normas que entraron en vigor a partir del 1 de julio de 2010 y emitieron conjuntamente el Tribunal Supremo Popular, la Fiscalía Suprema Popular, el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio de Seguridad del Estado y el Ministerio de Justicia, tienen como objetivo reforzar las prohibiciones contra el uso de pruebas ilegales en las causas penales, como confesiones forzadas y otras pruebas conseguidas mediante tortura y otros malos tratos, especialmente en causas de pena de muerte. Sin embargo, el Código de Procedimiento Penal de China aún no ha sido modificado para que prohíba explícitamente el uso de confesiones conseguidas bajo tortura u otros malos tratos como prueba ante los tribunales.

Si recibe contestación de una autoridad, envíenos el original o una copia, por favor, lo antes posible (ref.: “Equipo AAUU – Respuesta”). Sólo es necesario que indique en el reverso de la misma el número que tiene la Acción Urgente a la que le han contestado (por ejemplo “AU 25/99″ o bien “EXTRA 84/99″). No es necesario que nos envíe copia de su propia carta. Si no desea que le enviemos un acuse de recibo, indíquenoslo también en el dorso con las palabras “No acuse”. Gracias por su colaboración.

Equipo de Acciones Urgentes de Amnistía Internacional
Secretariado Estatal
Fernando VI, 8, 1º izda.
28004 Madrid
Telf. + 91 310 12 77
Fax + 91 319 53 34
aauu@es.amnesty.org
http://www.es.amnesty.org

miércoles, 12 de enero de 2011

TIBET NO ES CHINA

El 11 de enero de 1913 el Tibet, junto a Mongolia, firman un acuerdo en el que reconocen su mutua independencia de China.
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Al año siguiente se negoció un tratado entre China, Tíbet y Gran Bretaña denominado Convención de Simla. Durante esta convención los invasores británicos trataron de dividir al Tíbet en dos regiones, lo cual no prosperó. Sin embargo los representantes de Tíbet y de Gran Bretaña firmaron un acuerdo a espaldas de China, mediante el cual el Tíbet sería una región autónoma de China y los británicos se adjudicarían 90.000 kilómetros cuadrados de territorio tradicionalmente tibetano que corresponde al actual estado de Arunachal Pradesh.

Después de declarada la independencia de India, esta nación consideró esta región como suya en función a la frontera establecida en el mencionado tratado. China, sin embargo, rechazó tal posición, indicando que dicho tratado no tenía ninguna validez ya que no fue firmado por ellos y el Tíbet no era una nación independiente, sino un protectorado de China. La disputa por esta región ocasionó la guerra entre China e India en 1962.




viernes, 7 de enero de 2011