jueves, 25 de junio de 2009

Nuestra pureza esencial

I

El Buda más allá del espacio y el tiempo
A Vajrasatva se le denomina Adi-buda. Adi significa principio o primordial, no como el Buda que ha existido desde el principio del tiempo, sino como el Buda que existe totalmente más allá del espacio y el tiempo. Vajrasattva representa al Dharmakaya, la verdadera naturaleza de la Budeidad, Su naturaleza auténtica se halla más allá de los más lejanos confines de lo expresable.
Es un símbolo de lo que no se puede simbolizar.

La pureza esencial “simbolizada”
Vajrasatva es un Buda que aparece con forma de bodhisatva. Es de color blanco. Esto significa pureza y purificación, la cual, aquí, consiste en la profunda percepción de que, en esencia, nunca nadie ni nosotros hemos sido impuros. Somos completamente puros desde un principio sin inicio, puros por nuestra misma naturaleza, esencialmente, en las profundidades de nuestro ser. Somos puros de todo condicionamiento. Incluso, somos puros de la mera distinción entre lo condicionado y lo incondicionado. Nuestra verdadera naturaleza es la no-naturaleza y somos, en la mismísima esencia, completa y perfectamente inmaculados. Para cualquiera que haya crecido en una cultura tan afectada por la culpa como es la nuestra, esto puede ser un gran alivio. Cuando reconocemos en Vajrasattva nuestra naturaleza, esencial, pura, se destruye por entero cualquier culpa irracional.

Práctica tántrica de purificación
Vajrasatva no aparece en ninguna de las escrituras del budismo Mahayana. Es una figura exclusiva del budismo tántrico y desempeña diversos papeles importantes en la práctica tántrica. En particular, la visualización de Vajrasatva ocurre en las series tradicionales de los cuatro yogas básicos, en los que uno lo visualiza y recita su mantra 100 mil veces como apoyo para la completa purificación del cuerpo, el habla y la mente.


La visualización de Vajrasatva

Cielo azul de la vacuidad.-
Para empezar, todo lo que nos rodea se disuelve en un vasto cielo azul que se extiende en todas direcciones. Toda esperanza y temor, toda ronda de pensamientos, se desvanece en el cielo y todo está sereno.

Del loto blanco de nuestra potencialidad surge Vajrasatva
Sobre nuestras cabezas, de la vacuidad clara y azul emerge un loto blanco y perfecto. Encima de éste hay un círculo de luz blanca. Es un tapete de luna. Sobre ese trono sin mancha aparece una figura hecha de luz blanca, sentada serenamente en postura de loto completo. Viste con deslumbrantes sedas y joyas hechas de pura luz.

El Vajra y la campana: Sabiduría y compasión
Su mano derecha está a la altura del corazón, con la palma hacia arriba verticalmente sobre ella, en perfecto equilibrio, hay un vajra, el cetro diamantino de los budas. Puede aparecer el vajra de oro o de cristal pero este también está hecho de luz, de Mente, de la realidad misma.

La mano izquierda descansa a su lado, sosteniendo una campana-vajra, que es una campana de plata con mango de vajra. Coronan su cabeza cinco joyas y su cuerpo está circundado por un aura de luz de cinco colores: blanco, amarillo, rojo, azul y verde, pues Vajrasatva es la unión del mandala de los cinco budas, la total personificación de sus sabidurías. Tiene el cabello largo y negro, cayendo sobre sus hombros y mira hacia abajo, a nosotros, con una sonrisa de completa aceptación.

El Bija o silaba simiente del que surge el mantra de Vajrasatva
En el centro de su corazón hay otro pequeño loto blanco y un tapete de luna. Sobre éste, erguido verticalmente, en color azul oscuro está la sílaba simiente HUM (hung). A ésta la rodea un círculo de letras blancas, como un collar de blancas perlas puras. Son las letras que componen el “mantra de cien sílabas” de Vajrasatva.

martes, 23 de junio de 2009

krishnamurti

Krishnamurti nació en la India en 1895 y murió en 1986. A los 13 años lo tomó bajo su protección la Sociedad Teosófica, le consideraba que él era el vehículo para el "instructor del mundo", cuyo advenimiento habían estado proclamando. Krishnamurti. Emergió como un maestro inflexible e inclasificable.

Sus pláticas y escritos no tenían conexión con ninguna religión específica y no pertenecían ni a Occidente ni a Oriente, sino que eran para todo el mundo. Repudiando firmemente la imagen mesiánica, en 1929 disuelve de forma tajante la vasta y caudalosa organización que se había construido en torno a él y declaró que la verdad era una tierra sin senderos a la cual resulta imposible aproximarse mediante ninguna religión filosófica o secta convencional.

Por el resto de su vida rechazó insistentemente la condición de gurú que otros trataban de imponerle y negando él mismo su autoridad, no queriendo discípulos y hablando siempre como un individuo habla a otro. El núcleo de sus enseñanzas estaba la comprensión de que los cambios fundamentales de la sociedad podían tener lugar sólo con la transformación de la conciencia individual: acentuaba constantemente la necesidad del conocimiento propio y la captación de las influencias restrictivas y separatistas originadas en los condicionamientos religiosos y nacionalistas.

Krishnamurti señalaba la urgente necesidad de una apertura para este vasto espacio en el cerebro que contiene en sí una energía inimaginable. Krishnamurti siguió hablando hasta su muerte a los 90 años. Sus pláticas, diálogos, diarios están reunidos en más de 60 volúmenes. Cada libro se centra sobre alguna cuestión que tenga particular importancia y urgencia en nuestras vidas cotidianas...

Todas sus pláticas desarrollaban esencialmente un tema primordial: la verdad puede ser descubierta por cualquiera de nosotros, sin la ayuda de autoridad alguna; al igual que la vida, está siempre presente en un sólo instante.

Sobre la Libertad

Debemos ser libres, no para hacer lo que nos plazca, sino libres para comprender muy profundamente nuestros propios instintos e impulsos.

La libertad no es para hacer lo que nos antoja, sino que consiste mas bien en estar libres de todo el tormento de la vida, de nuestros problemas, ansiedades, miedos, heridas psicológicas y de todo el conflicto que hemos tolerado en nosotros mismos y en el mundo.

Estar por completo libres internamente del "Yo" sin ser absorbidos por algo - ya sea un paisaje, una idea, etc..., es la esencia de la belleza"

Sobre la Sociedad

Nuestra sociedad actual es el resultado de la astucia, engaño, codicia y la mala voluntad del hombre. Y para crear una nueva sociedad hay que examinar y comprender la estructura que se está desintegrándose y para comprenderlo, tenemos que comprender el proceso psicológico del ser. Sin conocimiento propio no puede haber revolución, que es la única verdadera y permanente.

....Hablo de la necesidad de una revolución total, de un cambio psicológico completo, de no vivir en el viejo patrón de las fórmulas, de la lucha, el dolor, la imitación, la conformidad y todas estas cosas que el hombre ha vivido durante milenios... que ha creado este maravilloso y confuso mundo.....

Para producir un cambio social, religioso, humano, tiene primero que haber comprensión de toda la estructura del pensamiento.

Lo que hace la familia y la religión y la familia es útil y necesario: Dan elementos y herramientas a los hijos que empiezan a vivir, para que se puedan guiar en el camino de paso por el mundo, de acuerdo con ciertos parámetros culturales, ideológicos y sociales, pero que no se deben encasillar como únicos y exclusivos: Es sano enseñar modos femeninos y masculinos de ser y estilos...según sea el color y el perfil de cada grupo familiar, pero - y aquí está el gran pero -, antes de los modelos familiares, los hijos deben aprender a ser ellos mismos y deben aprender a amarse y respetarse a ellos mismos, porque SON y no porque se adaptan a modelos perfectos.

Sobre el Sufrimiento y el Dolor

Hay dos formas de soledad: Una que es la soledad del aislamiento, con su desesperación, tristeza y separación de todo y de todos y la otra, que es la soledad madura del hombre libre, que al no depender de nada ni de nadie, está relacionado con todo.

¿Puede el sufrimiento terminar alguna vez, o es una condición de la humanidad que el sufrimiento deba continuar desde épocas inmemorables hasta el final de los tiempos?

Sólo cuando terminamos con el dolor hay pasión. La pasión no es lujuria, que es sensual, sexual, llena de deseo, imágenes, persecuciones del placer, etc. Sin esa tremenda pasión uno se vuelve mediocre, blando, confuso: pierde integridad.