jueves, 26 de febrero de 2009

El Dalai Lama, desde la India, pidió a sus seguidores en el Tíbet que no accedieran a celebrar el Losar en memoria de los tibetanos asesinados


El Tíbet puede volver a ser escenario de protestas y violencia si el gobierno chino no relaja sus restricciones y permite el acceso de observadores extranjeros a la región, alertó hoy la organización no gubernamental de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

"Recurrir al cierre del Tíbet no es sólo una constatación sobre la situación de la seguridad en la región, sino también una admisión del fracaso del gobierno chino de solucionar protestas clave", señaló la directora de Asia de HRW, Sophie Richardson, a través de un comunicado.

La advertencia se produce en vísperas de aniversarios delicados para Pekín, como el 50 aniversario, el 10 de marzo, de la protesta tibetana fallida contra el régimen chino, y el primero de las revueltas del pasado 14 de marzo, las peores en dos décadas, con una cifra de muertos todavía no contrastada.

La organización menciona, a través de sus fuentes en la región, el cierre masivo de lamaserías, restricciones de movimientos a los residentes y detenciones en masa.

Las autoridades chinas han implementado nuevas medidas desde enero, añade HRW, que exigen el registro en Lhasa, la capital tibetana, de cualquier visitante temporal, lo que confiere "un poder discrecional a la policía para llevar a cabo detenciones arbitrarias y expulsiones".

Menciona también detenciones masivas que han requerido el uso de cuarteles temporales al este de Lhasa, en la localidad de Tshal Gungthang, un extremo que HRW dice haber contrastado mediante imágenes de satélites.

La ONG reitera que la prohibición de acceso al Tíbet para corresponsales y otros extranjeros impuesta desde las protestas del pasado 14 de marzo se ha endurecido en las últimas semanas.

Aunque el gobierno central organizó tres viajes para diplomáticos y periodistas después de las protestas, pocos extranjeros han podido entrar en la región por su cuenta desde entonces y las agencias de viajes estatales no aceptan turistas extranjeros en estas fechas.

A pesar de que el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Ma Zhaoxu, negó hoy, en rueda de prensa, que su gobierno haya ordenado a las agencias prohibir tal acceso, la ladera tibetana del monte Everest está cerrada a los escaladores, y las agencias señalan que no pueden aceptar extranjeros hasta abril, según testigos.

Richardson añadió que "confiar en políticas represivas sólo incrementará la polarización y el resentimiento y pone aún más en peligro la genuina estabilidad del Tíbet".

El próximo 28 de marzo, el Tíbet celebrará por primera vez la festividad instaurada por Pekín del "Día de la Emancipación de los Siervos", coincidiendo con el aniversario de la huida del Dalai Lama a Dharamsala (India), mientras que las cadenas estatales transmiten desde ayer imágenes de alegría del Losar, el año nuevo tibetano.

El Dalai Lama, desde la India, pidió a sus seguidores en el Tíbet que no accedieran a celebrar el Losar en memoria de los tibetanos muertos en las revueltas del año pasado.

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