Por Maureen Fan
Servicio Extranjero del Washington Post
Miércoles 28 de enero de 2009
BEIJING, 28 de enero – las autoridades chinas llevando a cabo una campaña de "golpe duro" en Lhasa la capital tibetana, han allanado miles de hogares y comercios, chequeado a 5766 sospechosos y detenido al menos a 81 personas, incluyendo dos por tener música reaccionaria en sus celulares, de acuerdo a informes oficiales y noticias.
El Tibetan-Daily controlado por el Estado, en un reporte del domingo, y el Lhasa Evening News la semana pasada, dijeron que la campaña tiene como blanco las actividades criminales tales como robos y prostitución, y es necesario mantener el orden social de la ciudad. Pero los expertos y activistas que apoyan una mayor autonomía para el Tíbet dijeron que el motivo detrás de la campaña, que comenzó el 18 de enero, es detener a aquellos involucrados en los disturbios de la primavera pasada y advertir a los otros que apoyan la independencia tibetana.
Los líderes chinos están preocupados por el próximo 50 aniversario del Levantamiento Tibetano del 10 de marzo de 1959, cuando los tibetanos se levantaron contra el dominio chino, pero la rebelión finalizó luego de 20 días con la huída del Dalai Lama al exilio en India. Abogados tibetanos respaldados por Beijing han propuesto un nuevo día feriado este año, el 28 de marzo, el día que China anunció la disolución del gobierno tibetano, para celebrar la "liberación" de los siervos tibetanos.
La fuerza completa de la policía de investigación de Lhasa movilizó más de 600 personas y 160 vehículos para chequear 2922 departamentos o casas, 14 hoteles y casas de huéspedes, 18 bares y 3 cafés de Internet, dijo el Lhasa Evening News, de acuerdo a la traducción enviada por correo electrónico por la Campaña Internacional por el Tíbet, que aboga por mayor autonomía en la región himalaya. La policía mantiene 10 meses de seguridad controlada después de los disturbios que estallaron el 14 de marzo del año pasado, llevando a la muerte al menos 18 civiles y un policía y diseminando protestas contra el gobierno y una represión masiva del gobierno.
Las campañas de "Golpe duro" han sido históricamente lanzadas en China para pelear contra el crimen y la corrupción. Pero en este caso, el Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia dijo en una declaración, "el motivo es intimidar y eliminar a aquellos que apoyan la independencia tibetana y a los activistas por los derechos humanos en el Tíbet".
La oficina de seguridad pública en Lhasa dijo el miércoles que ellos no tenían información y sugirieron contactar otros oficiales, cuyos teléfonos no fueron respondidos. China está celebrando el Año Nuevo Lunar esta semana.
Decenas de miles de policías armados continuaban patrullando Lhasa el miércoles, dijeron residentes que fueron contactados por teléfono. Algunos especularon que los allanamientos fueron deliberadamente calculados justo de cara al Año Nuevo Lunar. Algunos tibetanos han dicho que ellos no celebrarán hasta que se dé el retorno del Dalai Lama, a quien Beijing considera como un peligroso separatista, mientras otros dijeron que prefieren el Año Nuevo Tibetano, el que ocurre el próximo mes, luego del chino.
"Hay mucha policía patrullando con armas ahora mismo" dijo Zhuoga, 24, un portero del Zhengchang Dongcuo International Youth Hostel en Lhasa, quien como la mayoría de los tibetanos usa un solo nombre. "En cada callejón y en cada intersección hay patrullas armadas. Antes, incluso en el invierno, nosotros estábamos completos, pero ahora nuestros huéspedes son muchos menos".
Arwang, un monje que vive en la provincia de Qinghai, quien declinó nombrar su monasterio por miedo a represalias, dijo: "Este año, pocos tibetanos –especialmente los monjes- celebrarán el Año Nuevo". Preguntado por qué, dijo: "¿Podemos no hablar de esto?" Tradicionalmente, algunos de nosotros celebramos tanto el Año Nuevo Tibetano como el Chino pero este año nosotros no comeremos buena comida ni encenderemos fuegos artificiales".
Zheng, un estudiante de primer año de la Universidad de Chengdu quien estaba en su casa por las vacaciones de invierno, trabajando en el comercio de venta de cigarrillos y vino de su padre, no esperaba ningún problema este año. "algunas personas dicen que los disturbios podrían ocurrir otra vez este año" dijo, "pero desde que la seguridad es muy estricta, es imposible que algo horrible ocurra".
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